«Para mí fue una sorpresa que alguien de cultura diferente me acogiera»

Mansur Lahrad, un joven marroquí que estudia Dirección de Empresas en Córdoba, narra cómo llegó en patera con 14 años

Diario Sur, CARMEN GUZMÁN. EFE, 09-08-2008

Mansur Lakrad es un joven de 22 años al que la vida le trajo la amarga experiencia de tener que abandonar a su familia cuando, con 14 años, emigró en una patera hasta España, donde, con la ayuda de su familia de acogida, ha conseguido estudiar Administración y Dirección de Empresas en Córdoba. Nacido en Kala (Marruecos), llegó a España en enero de 2001. Atrás dejó a sus padres y a dos hermanos más pequeños que siguen allí.



¿Por qué abandonaste tu país?

Yo vivía en una aldea del interior de Marruecos, donde la gente depende totalmente de la agricultura y las cosechas y, aunque nunca he pasado hambre, cuando creces te das cuenta de que no hay futuro y de que allí se aspira a muy poco.

¿Cómo llegaste a España?

Primero estuve intentando colarme debajo de los camiones en el puerto de Tánger porque no costaba dinero, pero por desgracia no tuve suerte y no pude conseguirlo. La siguiente opción fue la patera, para la que tuve que pagar unos 1.200 euros que me dio mi madre y que eran prácticamente los ahorros de su vida.

¿En Marruecos es fácil ponerse en contacto con gente que trafica con personas para pasar el Estrecho?

Sí, una vez que estas en el norte, en los pueblos costeros o cualquier ciudad grande, se ven mucho, e incluso ellos distinguen a los que no son de allí y rápidamente te sirven de guía.

¿Cómo fue el viaje?

Fue en enero de 2001, por lo que la vigilancia no era tan presencial como ahora y por suerte no nos cogieron. Pude realizar el camino más corto, los famosos 14 kilómetros que van desde Ceuta a Tánger para llegar entre Tarifa y Algeciras. Al principio nos dijeron que duraba dos horas y media y que la mar estaba tranquila, aunque duró cerca de cinco y para mí no estaba nada tranquila, teniendo en cuenta que era la primera vez que entraba a la mar y no sabía nadar.

¿Pensaste en todos los que han muerto intentando cruzar?

Lo pasé muy mal porque había muchas olas, me mareé e incluso estuve vomitando durante todo el trayecto. Después de cinco horas de viaje cuando llegamos a la costa el patrón no quería llevarnos hasta la orilla y por desgracia llegamos a una zona de rocas, por lo que la gente se empezó a poner nerviosa y a saltar de la patera .

Pero si no sabías nadar, ¿cómo llegaste a tierra firme?

Cuando salté de la embarcación no conseguí tocar tierra y estuve a punto de ahogarme, pero por suerte una de las personas que iba conmigo en el grupo sabía nadar y me salvó la vida.

¿Qué pasó cuando llegaste a España?

Un grupo de hombres que veníamos juntos en la patera estuvimos un par de días andando por el bosque, ya que nos habían recomendado que no fuésemos por carreteras ni a pueblos porque nos podía coger la Guardia Civil y nos mandaban de vuelta.Yo estaba especialmente asustado porque era menor y no sabía si en España estaría protegido, por lo que intentaba huir de las zonas costeras. Durante días estuvo lloviendo mucho y al final enfermé, lo que hizo que decidiese abandonar el grupo y pedir ayuda. Finalmente, un cura de Algeciras me acogió, me llevó al hospital para que me curasen mis heridas y se puso en contacto con la Asociación Pro Derechos Humanos de Córdoba .

¿Cómo es tu familia de aquí?

Son gente increíble y para mí fue una gran sorpresa que desde el primer momento, con culturas diferentes, me acogieran y tomasen la decisión de apoyarme en todos los ámbitos como uno más, aunque era un desconocido. Sin ellos no lo hubiese conseguido.

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