La euforia por los Juegos Olímpicos ha despertado a la comunidad china en Valencia. A la vez que el fuego sagrado encendía el pebetero en la sede olímpica de Pekín, más de un centenar de chinos cantaban y festejaban en la capital del Turia.

El restaurante oriental Zen, en la Avenida Pío XII, fue el lugar escogido para conmemorar el acontecimiento. Los orientales, ataviados con camisetas blancas y carteles con el logo olímpico, movían las banderas de su país al son de la música procedente de un gran tambor, un gong y unos platillos.

“Los Juegos son una gran fiesta y queremos trasmitir esta alegría al resto del mundo”, explicó David Zhou, el dueño del establecimiento y uno de los organizadores del evento.

Zhou lleva 18 años en Valencia y se siente como uno más. “España es nuestra segunda tierra y la apoyamos en todo. Queremos que gane muchas medallas”.

Algunos niños portaban y ondeaban banderas españolas como símbolo de esta comunión que querían representar, y gritaban el famoso “¡Podemos!” que tanto se oyó durante la pasada Eurocopa unido a la selección española.

Entre los cánticos que entonaban los asistentes a la celebración por el inicio de las Olimpiadas, se pudo escuchar el lema “¡Vamos China, vamos España!”, que el organizador del evento repitió para concluir su discurso de agradecimiento y bienvenida al público.

“Esta fiesta la hacemos también para que la gente conozca al nuevo chino. Antes éramos muy cerrados, pero ahora nos abrimos mucho más. Somos una comunidad muy alegre”, añadió David Zhou a LAS PROVINCIAS.

A la fiesta también asistió el tradicional dragón oriental, que recorría el restaurante de un lado a otro y lo llenaba todo de colorido.

“Somos chinos y aunque estamos en Valencia lo queríamos celebrar por todo lo alto”, comentó Li Zhong, presidente de la Asociación China de Valencia y otro de los organizadores.

Zhong no tuvo ninguna duda sobre las posibilidades de su país en Pekín 2008: “Vamos a ganar las Olimpiadas”.

Por supuesto, en la celebración no faltó la comida. Platos orientales tradicionales servidos por la esposa de David, Silvia Zhou.

“Brindamos para que en 2016 los Juegos vengan a Madrid”, deseó Silvia con alegría, a la vez que cortaba y ofrecía un suculento pato Pekín.

Entre los invitados al festejo se encontraba el director general de Inmigración, Josep María Felip i Sardà, quien expresó sus mejores deseos para el país asiático en los Juegos Olímpicos.

Además, acudieron los miembros de algunas organizaciones chinas en la Comunitat, como la asociación Luna de Asia, o representantes de oenegés de ayuda a los inmigrantes de diversas nacionalidades.

sociedad@lasprovincias.es