Italia envía soldados a vigilar calles

Tres mil efectivos patrullan las principales ciudades del país

El Universal, 05-08-2008

BERLÍN. Roma, la ciudad eterna, vivió ayer, al igual que otras ciudades importantes, una primicia que hizo creer a turistas e italianos que el país está enfrentado a una guerra. Gracias a una medida legal impulsada por el gobierno de Silvio Berlusconi, cientos de soldados abandonaron sus cuarteles para patrullar las calles con una orden perentoria: combatir el crimen y la inmigración ilegal.

El 29 de julio, los ministros de Interior y de Defensa aprobaron un decreto que hace posible el desplazamiento de soldados en las calles de las principales ciudades italianas, una medida que fue acogida con incertidumbre, aplausos y críticas. El decreto entró en vigor ayer, cuando unos 3 mil soldados, la mayoría armados con armas cortas, comenzaron a vigilar, en el marco de la llamada operación Strade sicure (calles seguras), lugares neurálgicos como embajadas, consulados, estaciones de trenes y centros de detención de indocumentados.

La operación que hace posible la presencia de soldados en las calles de Milán, Roma, Nápoles, Parma, Turín, Palermo, Bari, Catania y Padua durará seis meses y, si la primera fase concluye con éxito, las autoridades pondrán en marcha una segunda etapa, en la que prevé el despliegue de hasta 30 mil soldados.

Aunque la presencia de soldados en las calles de las principales ciudades italianas fue recibida con beneplácito por la población, el principal líder de la oposición, Walter Veltroni, dijo que la operación era humillante para la policía porque sugería que no es competente para combatir el crimen.

Para algunos partidos de oposición, el operativo tiene una peligrosa connotación xenófoba y sólo pretende concretar una promesa electoral formulada por Berlusconi, que insinuó durante la campaña electoral que los responsables del grave problema de la criminalidad en el país son los inmigrantes.

Es una medida superflua y contraproducente porque la presencia de soldados en las calles hará creer que la situación es más seria de lo que es, dijo Marco Minniti, un líder del Partido Demócrata.

Pero el ministro de Defensa, Ignazio la Russa dijo que la presencia de soldados en las calles de Italia era el mejor ejemplo de que el gobierno respondía a las inquietudes de la población, que exige más seguridad.

En Roma, los soldados sólo serán desplazados para custodiar embajadas, consulados y centros de detención para los inmigrantes ilegales y no vigilarán los monumentos históricos de la capital para no causar temor a los turistas. Sólo estarán en áreas donde su presencia no tendrá un impacto directo en los ciudadanos, dijo Gianni Alemanno, alcalde de la ciudad.


 
 

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