El Ejército italiano comienza hoy a patrullar las calles y vigilar objetivos sensibles en las principales ciudades de Italia, según la aplicación de un acuerdo firmado esta semana por los Ministerios de Interior y Defensa. Las modalidades de vigilancia y los sitios que serán custodiados por soldados han sido concretadas por los ayuntamientos y jefaturas de policía que han solicitado el apoyo de los militares.

En total, serán 3.000 militares los que salga a las calles, de los que mil se ocuparán en Roma, Milán y Nápoles de lugares como embajadas, monumentos y estaciones de tren; otros tantos patrullaran la ciudades y el resto vigilarán los centros de identificación de inmigrantes.

La iniciativa tendrá una validez de seis meses, tras lo que se evaluarán los resultados y se decidirá si se prorrogar otro medio año. Son nueve las ciudades italianas en las que los militares podrán patrullar las calles, acompañados de miembros de las fuerzas de orden: Roma, Milán, Nápoles, Bari, Catania, Padua, Palermo, Turín y Verona.

Roma y Milán

A Roma llegan hoy los primeros 195 militares con tareas de control «en las zonas más a riesgo de la capital, pero sin realizar patrullas por las calles del centro. Los soldados – 1.060 – vigilarán embajadas, estaciones de ferrocarril y del metro, así como zonas periféricas y el centro de identificación de inmigrantes de Ponte Galeria, informó el Ayuntamiento en su página web. En la ciudad de Milán (norte) prestarán servicio 424 militares.

Los militares se integrarán en cada patrulla junto a agentes de las fuerzas de seguridad, llevarán uniforme, un arma corta y sólo podrán realizar arrestos en casos de flagrante delito. Estas medidas no suponen, en palabras del ministro de Defensa, Ignazio La Russa, una «militarización de las ciudades, sino una iniciativa que nace de la exigencia de dar una mayor sensación de seguridad a los ciudadanos».