Ningún turista deberá alarmarse si, a partir de hoy, visitando alguna de las joyas artísticas de Italia encuentra a su lado una pareja de militares uniformados y armados. Los viajeros que lleguen a Roma descubrirán su principal estación de tren y la red de metro vigiladas por el Ejército. Desde primera hora, un operativo de 3.000 militares patrullará las calles y vigilará «los lugares sensibles» de nueve ciudades italianas, entre ellas – además de Roma – , Verona, Milán y Nápoles.

Es parte del paquete de medidas introducidas por Silvio Berlusconi para cumplir la promesa electoral de imponer la ley y el orden en el país. El Gobierno ha ligado el aumento de las tasas de criminalidad con la inmigración ilegal e incluso el mes pasado Berlusconi declaró el estado de emergencia.

Se espera que las tropas permanezcan en las calles al menos hasta finales de enero. Un millar vigilará las embajadas con el fin de dejar libres a la policía y los Carabinieri para otras tareas. Otros 1.000 soldados se desplegarán en los centros de detención de inmigrantes y el resto, patrullará las calles.