Rastreo del ADN de vascos y gitanos

El Mundo, ROSA M. TRISTAN, 04-08-2008

El proyecto Genographic recopila datos genéticos de estas poblaciones para determinar las rutas migratorias que siguieron las minorías étnicas en la península Encontrar las rutas migratorias que siguieron minorías étnicas, como los vascos y los gitanos, a través del rastro que ha ido dejando el ADN mitocondrial que transmite la madre a sus hijos a lo largo de decenas de miles de años.


Este es el objetivo que persigue en Europa el proyecto Genographic, una iniciativa de National Geographic y la empresa IBM que se inició hace tres años a nivel global, si bien ha sido ahora cuando, una vez descubiertos algunos de los caminos que siguieron nuestros antepasados desde su salida de Africa, se ha comenzado a centrar en este continente.


Son dos investigadores españoles, Jaume Bertranpetit y David Comas, biólogos de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, los líderes de este capítulo europeo, para el que se han marcado como objetivo la recogida de al menos 10.000 muestras de ADN de los grupos más interesantes, aquellos que se han mezclado menos con otros pueblos, es decir, las minorías.


«En el caso de España tenemos grupos diferenciados. Por un lado, tres lenguas latinas, por otro los vascos y también los gitanos, si bien éstos están en varios países. En el caso de los vascos, se trata de revisar el consenso sobre si en poblaciones de la cornisa cantábrica y los Pirineos hubo poblaciones menos suplantadas durante el Neolítico, es decir, menos movimientos migratorios. Es algo que se puede averiguar a través de datos genéticos», explica Bertranpetit.


Respecto a los gitanos la cuestión está más clara: se sabe con certeza que proceden del Norte de la India, pero no hay tanta información sobre el grado de mezcla que ha habido entre esta étnia y otras en su expansión por Europa. De hecho, hace solo unos días, otra colaboradora del equipo, Begoña Martínez, viajaba por Hungría recogiendo muestras genéticas de gitanos del país para analizar su cromosoma Y y el ADN mitocondrial.


Bertranpetit explica que, para determinar los grupos de toda Europa Occidental y Central, han partido de las lenguas. «El principal interés está en grupos muy concretos, como los corsos o los aromu (de los Balcanes). Para buscar pistas partimos de los detalles que los hacen diferentes, los pueblos con raíces más antiguas, hasta describir las diferencias norte – sur y este – oeste entre las comunidades europeas», señala el experto. «Incluso puede que encontremos el rastro de humanos anteriores, como los neandertales», aventura.


Para hacerse con las muestras, el equipo recurre tanto a biobancos genéticos como hospitales y, como no, al apoyo de colegas de otros países. Por ejemplo, en Bulgaria colaboran con un grupo de genetistas que lleva 20 años estudiando a los gitanos. Cuando no queda más remedio, lo que en el caso de las minorías no es infrecuente, deben recoger el ADN de los propios individuos en puro trabajo de campo. Eso sí, el genetista catalán deja claro que «siempre» se obtiene el consentimiento informado del donante en cuestión.


Aunque la presentación de su aportación al proyecto Genographic es reciente, Comas y Bertranpetit comenzaron a recoger muestras hace un año y ya tienen 2.000. Su deseo sería cumplir con el cupo europeo en solo otro año. «En el caso de España nos ha ayudado mucho la Fundación Banco de ADN de Genoma España y también los centros de salud. De momento no hemos tenido ninguna reticencia por parte de los participantes, que tan sólo deben dar una muestra de saliva», aseguran.


Pero, además de las minorías, todo el mundo puede participar y averiguar de dónde proceden sus ancestros. Para ello, pueden comprar un kit que permite recoger la propia muestra de ADN y enviarla al proyecto. Bertranpetit cree que esta contribución de la población española «ayudará a descubrir cómo, a pesar de nuestra diversidad fenotípica, todos formamos parte de un mismo árbol familiar y compartimos un pasado común». Los fondos que se recaudan con la venta de este kit, sirven para financiar proyectos de conservación de las culturas indígenas, que no siempre han acogido con buen grado este tipo de iniciativas desde Occidente.


El demógrafo y genetista norteamericano Spencer Wells, director de Genographic, considera que «el ADN de la población mundial actual contiene una historia que se remonta en el tiempo y está en peligro de extinción porque las personas migran y se mezclan mucho más que antes». Wells recuerda que «cada dos semanas desaparece una lengua en el mundo». Genographic es un camino para reescribir esa historia.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)