| GÉNOVA, ITALIA

Desde el lunes

El anunciado patrullaje militar decretado por las autoridades italianas, para frenar la inmigración irregular empezó a crear malestar a todos los ecuatorianos en este país. Si bien el operativo oficial empezará  el próximo lunes, algunos connacionales afirmaron que en los últimos días los controles “de rutina” se han incrementado, especialmente en las estaciones de trenes y paradas de buses.

“Estábamos tres ecuatorianos y dos marroquíes esperando el bus para ir a la construcción en la que trabajamos, eran casi las 08:00 cuando tres policías nos pidieron documentos. Por fortuna todos estábamos en regla”, dijo Omar Guerrero, manabita que trabaja en Génova y lamentó el hecho de que “te cojan así como sospechoso de algún crimen, mientras la gente nos mira asustada”.

Magdalena Cruz, machaleña que  labora en Milán, afirmó que lo peor está por venir pues ella y muchos que laboran sin papeles en esta ciudad no saben cómo irán a trabajar desde el lunes que empiezan los patrullajes, y cree que tendrán que esquivar el control en cada esquina. “Estamos desamparados”.

La medida de seguridad no solo afecta a los extracomunitarios a nivel de control policial, sino en lo social. Mariana Caicedo, esmeraldeña que vive y trabaja con papeles en Génova, advirtió que parecería que el principal de la ley es dejar sin beneficios sociales a los extranjeros que “trabajamos duro en este país”. Su sospecha se basa en que un punto de “la dichosa ley” contempla que el trabajador extracomunitario que tiene menos de dos años de contributos (aportaciones) no tendrá acceso a la ayuda familiar a la que tenía derecho si demostraba que su sueldo era bajo.

“Nosotros aquí vivimos en familia y muchas veces lo que se gana no alcanza, pero se hacía una solicitud al Inp’s (seguro social) y se recibía una ayuda, pero hoy dijeron que esto desaparecerá”, aseveró Caicedo.

Expresó que solo optarán por beneficios quienes tengan la Carta de Soggiorno –permiso de estadía extendido a diez años– y que últimamente este documento lo dan solo por un año, máximo dos.

“Tampoco tendremos derecho a un crédito porque generalmente cuando se trabaja en casa no tiene la bustapaga (rol de pagos) y esto nos perjudica. Son muchas cosas que nos deben aclarar”, recalcó.

La ecuatoriana hizo un llamado a las autoridades de su país para que intercedan por quienes residen en Italia y se unan a las protestas que hace la Comunidad Europea para aplacar las medidas impuestas por el gobierno italiano.