bilbao. Familiares de la joven de Guinea Ecuatorial Prisca Oye Ondo Nfono, fallecida “en extrañas circunstancias” en el Hotel Pelícano de Bilbao, en el que trabajaba, exigieron ayer que se reabra el caso. La joven apareció muerta en el hotel el 7 de agosto de 2006 y, según denunció ayer su familia, las circunstancias “aún no han sido aclaradas”. Se da la triste casualidad que otra hermana de la víctima, Rosa, de sólo 26 años, perdió la vida el pasado 22 de abril cuando fue arrollada por el tren cuando regresaba de la Escuela del Matadero de Zorrotza, donde estudiaba para ser carnicera.

“Aunque han transcurrido dos años, la familia, las personas allegadas y varias asociaciones apoyamos la reapertura del caso; considerando que es necesario que se analicen los hechos a la luz de los nuevos datos que se puedan aportar y los que están sin aclarar, para que no vuelvan a suceder crímenes como éste”, añadieron.

Su hermano Ángel Rafael Esono sostiene que la joven fue asesinada y que se deben investigar las circunstancias. El próximo jueves se concentrarán frente al Hotel Pelícano a las 19.30 horas y, desde allí, partirán en manifestación hasta el Palacio de Justicia.

Además, el próximo 9 de agosto celebrarán en su recuerdo una misa en la iglesia Nuestra Señora de Belén de Uretamendi, Rekalde, en el barrio donde reside la familia.

Representantes de Harresiak Apurtuz apoyaron en su día a esta familia y destacaron que se trataba de un nuevo caso de violencia contra las mujeres.

veinte meses En sólo veinte meses de diferencia la familia de Ángel Rafael Esono tuvo que sobreponerse a dos tristes pérdidas. Tras la muerte de Prisca Oye, Rosa falleció tras ser arrollada por el tren cuando regresaba a casa a la hora de comer. Su muerte también causó una honda conmoción entre sus compañeros y profesores del matadero, que siempre le daban carne para que llevara a casa y le pagaban el creditrans para que cogiera el autobús. Pero ese día fue a la estación de tren. >deia