La Policía Nacional de Ceuta ha detenido a un padre y a su hijo como cabecillas de una red que ocultaba inmigrantes paquistaníes y marroquíes en una mansión de tres plantas en la barriada del Príncipe. Los responsables de la red introducían a los extranjeros irregulares a través de la frontera ocultos en el salpicadero de los vehículos y después los trasladaban a la casa.

Agentes de la UCRIF de la brigada de Extranjería y Documentación detectaron, en mayo de 2007, que se estaban introduciendo inmigrantes paquistaníes de Marruecos a Ceuta. Este descubrimiento les lleva hasta la casa, ubicada en la calle Fuerte número 243 donde escondían a los ‘sin papeles’ hasta que terminaran de pagar la deuda por el viaje desde el país vecino hasta Ceuta. Una vez devuelta, la organización dejaba a los paquistaníes en los alrededores del Centro de Estancia Temporal (CETI). No obstante no eran los únicos. Durante las invetsigaciones, los agentes policiales detectaron también marroquíes escondidos en lños bajos de la mansión que contaba con diferentes puertas de acceso y garajes varios.

Con la expulsión de los paquistaníes a su país de origen, la red deja temporalmente de funcionar hasta que la Policía Nacional vuelve a detectar operatividad a principios de julio. De ahí que el pasado día 27, los agentes de la UCRIF detuviesen al padre y al hijo que ejercían de máximos responsables de la organización, después de que hiciesen una redada y encontrasen en la casa a cuatro marroquíes que estaban a la espera de ser trasladados a la península.

Cama y cocina

Según indicó uno de los inmigranets irregulares que fueron detenidos el día 27, llevaban tres meses ocultos en la casa mientras aguardaban a que la red decidiese dar el salto a la península. Tal como pudieron comprobar los agentes de la Policía Nacional, los bajos de la mansión dónde se encontraban los ‘sin papeles’ estaban provistos de camastros, cocina y servicios.

La amplia investigación, que arrancó hace más de un año, se ha saldado con la detención de los dos familiares después de corroborar que el padre y su hijo ejercían las funciones de cabecillas de la organización mediante el traslado de los extranjeros irregulares a través de la frontera. que separa Ceuta y Marruecos.

La vivienda situada en Príncipe Alfonso ha servido durante este tiempo de centro de operaciones hasta la intervención policial.