| AFP – Reuters

La medida, que solo se aplicaba en  Sicilia, Puglia y Calabria, se extiende ahora a todo el país.

Italia se declaró el viernes en estado nacional de emergencia frente a la llegada de inmigrantes, mientras que el Gobierno de derecha de Silvio Berlusconi sigue adelante con sus propias reglas contra indocumentadas.

El Parlamento dijo  que la medida, que otorga a la policía y a las autoridades locales poderes adicionales para detener la llegada de personas, fue extendida a todo el país para combatir la "afluencia persistente y excepcional llegada de ciudadanos extracomunitarios  indocumentados”. No se entregaron mayores detalles.

Esta declaración de emergencia permitirá en particular acelerar la construcción de nuevos centros de retención de los inmigrantes clandestinos, indicó el ministro de la Defensa, Ignazio La Russa.

El ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, alegó que el estado de emergencia permitirá “reforzar la asistencia a los clandestinos y albergarlos en todas las regiones en edificios de concreto”. Acotó que  las autoridades italianas contabilizaron la llegada de 10.611 clandestinos en los seis primeros meses de 2008, contra los 5.378 de enero a junio de 2007.

El estado de emergencia ya fue decretado  en el 2002, y en enero del 2008, fue limitado a las sureñas provincias de Sicilia, Puglia y Calabria.

 Mientras, ayer, más de 200 inmigrantes indocumentados llegaron a las islas  de Cerdeña y Lampedusa y fueron trasladados a un centro de primera acogida, habilitado en el aeropuerto de Cagliari – Elmas.

El secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, Agostino Marchetto, pidió  respeto de los derechos humanos de los inmigrantes.

Para Giancarlo Bressa, vicepresidente del grupo parlamentario del Partido Democrático, el estado “es una decisión abominable”. "De esta forma solo se aumenta las preocupaciones e inseguridades de la gente, agregó Marco Minniti.  del Partido Democrático.