Los mismos amos, pero con distinto collar

Gara, 27-07-2008

Cerca de Dakar se halla la isla de Gorée. Allí se levanta la Casa de los Esclavos. El edificio tiene varias estancias: una para hombres, otra para mujeres, una tercera para mujeres jóvenes y atractivas y una última para niños. En el ahora museo se conservan las balanzas con las que los seleccionadores de personal de la época pesaban uno a uno a sus futuros braceros. (…)

Ahora el Viejo Continente sólo quiere a los inmigrantes que lo sean por gusto: aquellos con un buen salario o una selecta educación que les permitiría vivir entre las élites de sus países de origen. En otras palabras, sólo tendrán tarjeta azul y de crédito los negros que apenas lo parezcan, estilo Obama. Pero la UE venderá tan bien la medida que algunos de esos cerebros incluso agradecerán el premio (…).

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)