M. Molins/ M. C.
Barcelona/ madrid – La crisis económica hace mella también en la llegada de inmigrantes. En Cataluña, por primera vez en los últimos años, durante el primer semestre de 2008 cae el número de expedientes de regulación tramitados, así como las solicitudes de trabajo concedidas. «En vez de continuar creciendo de forma sostenida como durante los últimos años, se va a la baja», declaró ayer el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, quien afirmó que «se empiezan a notar ligeramente los efectos de la crisis económica y la reducción de la oferta laboral, especialmente en el sector de la construcción».
Entre enero y junio de 2008, las oficinas de Extranjería de la Comunidad Autónoma, convertida en el primer foco de llegada de inmigrantes a España, han resuelto 197.380 solicitudes de regulación frente a las casi 500.000 del mismo periodo del año pasado. Según los datos dados a conocer ayer por el Gobierno, el 70 por ciento de las solicitudes se resolvieron en Barcelona, seguida de Tarragona, Gerona y Lérida.
Durante estos seis primeros meses, de las 32.800 solicitudes presentadas se otorgaron 15.500 permisos de trabajo en origen y más de la mitad fueron denegadas. Especialmente significativo es el descenso de ofertas de empleo en el sector de la construcción, uno de los más afectados por la crisis y que ha dejado de ser la primera oferta de mano de obra para los inmigrantes, sustituida por el sector servicios.
Rangel informó de que las únicas solicitudes que durante este periodo aumentaron fueron las autorizaciones de residencia y trabajo por circunstancias excepcionales y arraigo, que ascendieron a más de 10.600, de las cuales sólo la mitad se han aprobado.
Reagrupación familiar
En cuanto a las reagrupaciones familiares, la situación se mantiene estable respecto a años anteriores. Durante el primer semestre de 2008 se presentaron 20.500 solicitudes de extranjeros con familiares residentes en nuestro país, de los que se denegaron 4.100 solicitudes, se aprobaron 3.500 y casi 13.000 están en trámite. Sobre los nacimientos de padres inmigrantes y los menores que se regularizan in situ, hubo 27.100 solicitudes.
Pero el frenazo de la inmigración no parece afectar a la marea de africanos que tratan de alcanzar el «sueño europeo» a través de las costas españolas, después de que dos embarcaciones con un centenar de personas a bordo fueran interceptadas ayer.
En la primera de ellas, un cayuco con 80 personas arribado a la playa de Santiago de Alajeró, en la isla canaria de La Gomera, se encontraba un joven que falleció durante la travesía, y que, según confirmó su propio hermano, también a bordo, tenía 16 años, de acuerdo con la Delegación del Gobierno en Canarias.
Nueve menores
La Guardia Civil, que se hizo cargo de los inmigrantes, sospecha que otros nueve de ellos también son menores, mientras investiga la identidad de los posibles patrones de la barcaza para proceder a su detención. El cayuco llegó a las 7:30 por sus propios medios. Uno de ellos fue trasladado a un hospital con signos de hipotermia.
Se trata del segundo cayuco con cadáveres llegado en dos semanas, después de que una barcaza arribara, también a La Gomera, con 59 personas a bordo, cuatro de ellas sin vida, además de otros dos que murieron en el hospital en los días posteriores. Cuatro de los ocupantes fueron además arrestados como presuntos patrones, informa Efe.
La segunda embarcación fue rescatada en el mar de Alborán, frente a las costas de Almería, después de que un pesquero que faneaba por la zona avisara a Salvamento Marítimo de que había una lancha neumática «medio desinflada» y con «40 o 50 inmigrantes a bordo». Cuando las naves «Salvamar Denébola» y «Serviola II» de Salvamento Marítimo acudieron al lugar junto a un helicóptero y una patrullera de la Guardia Civil, se confirmó la presencia de 35 hombres adultos, todos ellos en buen estado de salud, que se encontraban a la deriva debido a que la fuerte marejada reinante dañó su embarcación.
El dispositivo desplegado rescató a los náufragos y les trasladó hasta el puerto de la capital almeriense, donde fueron atendidos por efectivos de la Cruz Roja, aunque ninguno precisó hospitalización. La lancha, impulsada por un motor de sólo 25 caballos de potencia, era parecida a la que se rescató el pasado día 9, en la que murieron cinco adultos y nueve niños de corta edad.
De esta forma, suman ya 19 las personas fallecidas en poco más de dos semanas a bordo de cayucos o lanchas con inmigrantes ilegales procedentes de África y con destino a España.

Ida y vuelta

El delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, ofreció ayer las cifras de permisos de trabajo y residencia de inmigrantes en la Comunidad Autónoma, que se han reducido de casi medio millón en el primer semestre de 2007 a apenas 200.000 hasta el 30 de junio pasado.
Se otorgaron más de 15.500 permisos de trabajo en origen y se denegaron 17.300 solicitudes, sobre todo en el sector de la construcción, mientras que se concedieron la mitad de las 10.600 peticiones de trabajo por arraigo y 3.500 permisos de los 20.500 solicitados por reagrupamiento familiar.
Entretanto, el goteo de inmigrantes ilegales no cesa, con un muerto entre los 80 subsaharianos llegados ayer en patera a La Gomera.
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