El número de nacionalidades de inmigrantes que residen en la Comunitat Valenciana se ha duplicado desde 2000 hasta la actualidad. Según indica el INE, se pueden encontrar extranjeros de unos 110 países distintos, sin contar poblaciones con una representación marginal.

Reino Unido sigue liderando la clasificación que recoge las nacionalidades más representadas en la Comunitat, con 134.874 habitantes.

La población rumana ha escalado a la segunda posición, después de que 127.750 personas de ese país hayan escogido la región valenciana como residencia. Prácticamente la totalidad de los rumanos que hay en la Comunitat han venido en estos últimos ocho años, ya que la población de ese país hace ocho años era inferior a las 3.000 personas.

En un acto junto a centenares de inmigrantes de varias asociaciones, el conseller de Inmigración, Rafael Blasco, expresó ayer su agradecimiento a las “90 entidades que se han adherido ya al compromiso de integración” impulsado por el Consell, lo que supone duplicar la cifra en dos meses, según su departamento. El encuentro fue presentado por Germán Fernández, presidente de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes en España, quien señaló la importancia de “trabajar en los programas de inmigración”.

En su intervención, Blasco destacó que la Comunitat “ha alcanzado sus mayores cuotas de desarrollo en el momento de máximo apogeo de la presencia de ciudadanos de origen extranjero” en la autonomía, donde la inmigración representa el 16,7% de la población total. Asimismo, el conseller agradeció la contribución de los inmigrantes al desarrollo social y económico de la Comunitat.

Durante el acto, se repasaron las nuevas iniciativas del Consell en materia de integración, “que han sido impulsadas gracias al consenso y participación de la sociedad civil valenciana”, destacó el conseller. Es el caso del Plan Director de Inmigración y Convivencia, aprobado ya, y la Ley de Integración, cuyo proyecto será ratificado tras el verano. Dentro de esta normativa se inscribe el polémico contrato de integración, que establecerá derechos y deberes para el inmigrante de la región.