Detenida la madre que abandonó a su bebé en Tetuán

El País, J. S. DEL MORAL, 25-07-2008

Desesperada. Así debió de sentirse la madre de la recién nacida encontrada en la madrugada del miércoles por un vecino de Tetuán en el parque de San Germán.

Inmigrante boliviana de 29 años, en situación irregular en España y dedicada a limpiar casas para ganarse la vida, decidió abandonar a su pequeña cuando apenas contaba con tres días de vida. La dejó en una cesta arropada y provista de un biberón de leche y pañales. Junto a ella dejó un pequeño crucifijo. Después llamó al teléfono de emergencias 112 y alertó de que un bebé había sido abandonado en la confluencia de las calles de Orense y de Huesca.

La policía la detuvo horas más tarde, cuando salía de una de las viviendas en las que trabajaba. Fue identificada después de que la policía rastrease clínicas y hospitales en busca del lugar en el que nació su hija. Ayer prestó declaración en comisaría y pasó a disposición judicial, acusada de abandono de un menor. La policía cree que en el caso se reúnen varios atenuantes. En primer lugar porque la niña se encontraba en perfecto estado de salud. En segundo lugar, porque fue ella misma la que alertó sobre el abandono.

Alertó, pero los nervios de la despedida le jugaron una mala pasada. Cuando telefoneó al 112 se equivocó al dar la dirección exacta en la que había dejado a la pequeña. Eso provocó que los agentes no hallaran nada cuando acudieron a la dirección que ella había indicado.

Una hora más tarde, un vecino del barrio, Juan Ramón Quintana, de 47 años, encontró el capazo con la recién nacida sobre un banco de piedra cuando volvía a su casa después de tomar unas copas junto a unos amigos.

Entre la sorpresa y la emoción, el hombre cogió el capazo y se lo llevó a su casa, apenas a 20 metros del pequeño parque de San Germán. Una vez allí despertó a su familia para anunciarles lo que había sucedido. Después alertó al Summa y a la policía, que trasladaron a la pequeña hasta el hospital La Paz, donde se confirmó que su estado de salud era bueno y que presentaba indicios de haber nacido en un hospital: llevaba la pinza del ombligo y la prueba del talón. “La han dejado con pena, todo preparadito”, afirmó.

Tras obtener una autorización judicial para fotografiar al bebé y obtener su huella palmar, los agentes comenzaron un rastreo por clínicas y hospitales en los que se habían producido alumbramientos de niñas en las últimas 72 horas. Llegaron hasta la clínica Belén, situada en la calle de José Silva de Madrid. Allí, un pediatra reconoció a la niña por el reportaje fotográfico y comprobó, gracias a las huellas de la palma de la mano, que había nacido allí el domingo.

Los datos aportados por la clínica permitieron identificar a la madre. A las nueve de la noche del miércoles, casi 20 horas después de abandonar a su hija, fue detenida. Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, la pequeña continuará bajo la tutela de la Comunidad de Madrid hasta que haya una resolución judicial.

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