La policía disuelve a 300 nigerianos que esperaban turno en Jesuitas para regularizarse

Los inmigrantes estuvieron a punto de protagonizar una reyerta masiva al quedar desatendidos tras pasar varias horas en la cola

Las Provincias, J. A. MARRAHÍ, 24-07-2008

Mucho calor, mucha tensión, horas eternas de espera al sol y poco orden. Este cóctel estuvo ayer a punto de acabar con una reyerta masiva en el patio del colegio Jesuitas, donde centenares de inmigrantes nigerianos acuden estos días para obtener el certificado de antecedentes penales, un ansiado documento expedido por policías de su país que les permite regularizar su situación en España.

La presencia de la Policía Nacional fue clave para evitar que el conflicto llegara a las manos. Los insultos y empujones ya habían comenzado cuando los agentes antidisturbios disolvieron una muchedumbre de 300 personas.

Desde primera hora de la mañana, centenares de inmigrantes nigerianos se concentraban en los alrededores del colegio. Muchos vecinos de esta zona de Campanar, situada en la avenida Cortes Valencianas, no sabían la razón de tanto africano en un colegio en plenas vacaciones escolares. Una mujer que aguardaba en una parada de autobús próxima pensaba que era “una prueba deportiva o un acto cultural”.

Nada más lejos de la realidad. Como ayer adelantó LAS PROVINCIAS, el centro escolar ha cedido sus instalaciones en alquiler a las autoridades nigerianas para poder agilizar este trámite y que sus paisanos puedan obtener el certificado sin necesidad de desplazarse a la nación africana.

Como ya ocurrió el martes por la mañana, ayer los nigerianos acudieron a Jesuitas en masa y con mucha falta de información. No sólo llegaron de Valencia. Había grupos procedentes de Alicante, Murcia o Aragón.

Todos ellos tenían la esperanza de poder ser atendidos y aguardaban su turno, pero los policías y funcionarios nigerianos no daban abasto. Se vieron desbordados y, en un momento dado, cuando centenares de personas esperaban en colas bajo un sol de justicia, se les comunicó la fatal noticia: sólo iba a ser posible atender a los primeros 80.

Muchos de los inmigrantes perdieron entonces los nervios. Algunos de ellos se enfrentaron a empujones y hubo también palabras subidas de tono entre los nigerianos. Posiblemente estos altercados hubieran acabado en reyertas de no ser por la presencia policial.

Desde que comenzaron los trámites en Jesuitas, dos dotaciones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) velan por la seguridad en el patio del colegio. Ayer, los agentes de la Policía Nacional tuvieron que emplearse a fondo para tranquilizar los ánimos y evitar los enfrentamientos.

La solución fue drástica, pero necesaria: desalojar del centro a los 300 nigerianos que no iban a poder ser atendidos. Los agentes, en fila y a porra alzada, fueron disolviendo la masa y conduciendo a los inmigrantes hacia las dos puertas de Jesuitas. Los más rebeldes, entre aspavientos y brazos en jarra, se quejaron y pidieron explicaciones, pero no obtuvieron más respuesta que un “vuelva usted, mañana (por hoy) temprano”.

Después la policía colocó vallas junto al grupo de 80 personas pendientes de ser atendidas e impidió el paso en las puertas del colegio. Los desalojados deberán probar suerte hoy o en los próximos días, ya que las autoridades nigerianas seguirán tramitando el certificado durante el fin de semana.

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