Historias para evitar el olvido

Canarias 7, Carlos S. Beltrán, 22-07-2008

Para conocer la verdad sobre la migratorio africano es necesario conocer de primera mano el relato de los jóvenes que arriesgan todo por una vida mejor. El audiolibro Mi nombre es nadie, de los periodistas Nicolás Castellano y Carla Fibla se encarga de dar una visión completa del fenómeno.

Suamadú dejó su aldea natal en Guinea Conakry con tan sólo doce años para lanzarse a la aventura de llegar a Europa en cayuco. A los dieciséis ya había pasado por 13 países, expulsado de otros tantos y había sido víctima de las palizas constantes de los gendarmes marroquíes. Su relato es uno de los testimonios recogidos por los periodistas Carla Fibla y Nicolás Castellano en el audiolibro Mi nombre es nadie que se presentó ayer en Casa África, en la capital grancanaria.

A pesar de las penurias, Suamadú, como la mayoría de los inmigrantes subsaharianos, siempre tuvo claro que volvería a intentar llegar al continente soñado. «Si no puedo llegar a Europa en África tampoco puedo vivir porque no tengo nadie que me ayude», se lamentaba a finales de 2006 ante el periodista canario de la cadena Ser, Nicolás Castellano. Días después, Suamadú se embarcaba en un cayuco que nunca alcanzó su destino.

El sufrimiento va más allá, en muchas ocasiones, de la experiencia de una travesía en cayuco. Las mujeres son en este sentido el colectivo más vulnerable ante la violencia ejercida de manera sistemática en Marruecos, expuesto por la investigadora Helena Maleno en un uniforme de la organización Woman´s Link recogido en el audiolibro.

«Cuando son violadas es una cadena que empieza. No tienen métodos anticonceptivos, son vulnerables a coger enfermedades de transmisión sexual, sufren abortos provocados por la situación, otros provocados por el patrón», afirma Maleno. Parte de los casos documentados corresponden a mujeres con estatus de refugiadas políticas por parte del Alto Comisionado de la ONU.

Supervivientes.

En otra cara de la moneda están las vivencias de los que sí consiguieron alcanzar el continente soñado, o al menos su frontera sur. Los familiares tardan meses en conocer el destino de sus parientes. Ahí empieza una auténtica odisea por saber del paradero de sus familiares. Kiné recurrió a los autores del libro para intentar averiguar donde estaba su hijo de 15 años, Mama Samba Diop. «Tres meses después los trabajadores de la ONG Nuevo Mundo (…) consiguen localizarlo tras distribuir la foto de la madre entre los 800 menores extranjeros». Samba Diop como tantos otros jóvenes está frustrado al comprobar que no puede trabajar por ser menor de edad. «¡Me siento engañado! Engañado porque me contaban que la gente aquí siempre estaba trabajando», afirma Diop. A pesar de estar en Canarias Diop no puede enviar dinero para mantener a su familia residente en la aldea senegalesa de Casamance.

El viaje de Samba Diop hasta la costa sur de Tenerife desde la costa de Elinkin, a 2000 kilómetros de distancia no estuvo exento de dramatismo. Junto a él partieron rumbo a Canarias 100 personas, de las que 4 no llegaron nunca. Murieron durante el trayecto y sus cadáveres fueron lanzados por la borda. «Pensé que podía ahogarme pero con coraje seguí achicando agua pensando en mi familia. (…)Si volviera a ver un cayuco salir de Senegal me volvería a subir a él para venir a España», relata Diop.

Con este trabajo, Castellano y Fibla han intentado realizar una radiografía atemporal de la situación que atraviesa el continente africano, desvelando todas las incógnitas y mitos entorno a la inmigración ilegal. «La intención es romper todos los tabúes existentes en la sociedad. A través de los reportajes y de los testimonios en primera persona podemos conocer la realidad que se esconde», comentó Fibla.

En busca del olvido.

El politólogo de origen argelino y nacionalizado francés Sami Naïr asegura que no hay solución para la situación actual de los flujos migratorios. «Es una situación muy difícil que no tiene una solución a escala humana», afirmó ayer. Además opinó que la labor informativa va encaminada más al olvido que al conocimiento de la situación. «Hay tantos casos en los medios que es necesario olvidar lo que se ha visto para poder seguir viéndolo. El periodismo noble favorece a la memoria y aviva los interrogantes en los espectadores», sentenció. Naïr comentó además que el flujo migratorio desde África a Europa sólo representa el 5% de los movimientos migratorios de los africanos.

Cuatro visiones de un mismo tema.

El primera cd del audiolibro Mi nombre es nadie cuenta con tres reportajes de una duración total de 58 minutos. En ellos se realiza una radiografía del fenómeno migratorio, analizando las razones que les llevan a emigrar, el perfil del migrante y el periplo que atraviesan.

El segundo disco compacto se encarga de repasar las regiones de las que salen los inmigrantes rumbo a Europa. Aquí Carla Fibla realiza doce reportajes de 83 minutos de duración que recorren el Magreb y el África subsahariana.

A través de diez reportajes con una duración de 71 minutos, Nicolás Castellano vierte decenas de testimonios que ponen rostro al fenómeno migratorio. Este CD cuenta desde las expulsiones de menores sin garantías en el año 2003, a la situación de sus familias en el país de origen o la de las mujeres inmigrantes.

El último CD del audiolibro realiza una visión retrospectiva desde la llegada de la primera patera en agosto de 1994 a la isla de Fuerteventura y el posterior aumento de la llegada de subsaharianos.

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