El País Vasco recibe el mayor flujo de inmigrantes de los últimos diez años

Los rumanos ya constituyen el colectivo más numeroso en la comunidad autónoma, desplazando a los colombianos

Diario Vasco, J. MUÑOZ, 20-07-2008

DV. Euskadi recibió el año pasado el mayor número de inmigrantes de su historia reciente. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el colectivo de trabajadores no nacionales censados en la comunidad autónoma aumentó en 18.126 personas durante 2007, una cifra que supera ampliamente el incremento récord registrado en 2004 (13.728) y que es la más alta desde 1998, cuando el flujo migratorio comenzó a notarse en España. Si en el padrón de hace diez años figuraban 15.130 extranjeros inscritos en el País Vasco, el 1 de enero de 2008 aparecían 116.650, lo que representa el 5,4% del censo.


Los últimos datos del INE, publicados este mes, también indican que los rumanos se han convertido en la comunidad extranjera más numerosa del País Vasco (12.837 miembros), desplazando del primer puesto a los colombianos (12.055). A continuación aparecen los inmigrantes de Bolivia (11.857), los marroquíes (10.156), los portugueses (8.775), los ecuatorianos (7.489) y los brasileños (5.089). En un tercer nivel les siguen los chinos (3.258) y los paraguayos (2.988), grupo este último que ha crecido de forma espectacular en un corto espacio de tiempo, pues era prácticamente inexistente hace seis años.


El mosaico de la inmigración está cambiando constantemente en Euskadi, a pesar de que el fenómeno es muy reciente. El predominio latinoamericano todavía perdura en términos globales, pero la presencia de europeos del Este, y especialmente de rumanos, es cada vez más importante. A estos últimos aún se les exige un permiso de trabajo para residir en España, aunque su país pertenece a la Unión Europea, una situación en la que también se encuentran los trabajadores búlgaros (927 censados en el País Vasco). Sin embargo, unos y otros podrían tener total libertad de movimientos a partir del 1 de enero de 2009, o en 2011, mientras que la política de visados es cada vez más estricta con los países de Latinoamérica.



Reagrupamientos

Sea cual fuere el origen de los flujos migratorios en los próximos años, el colectivo de extranjeros está aumentando en Euskadi a un ritmo cercano a los 20.000 trabajadores anuales, lo que triplica el flujo de 2001 y confirma las previsiones avanzadas por el Gobierno Vasco en los últimos meses. Según el director de Inmigración, Roberto Marro, la población inmigrante «se duplicará» en la comunidad autónoma durante el próximo lustro y llegará a representar el 10% del total (la media de España alcanza ahora mismo el 11,3%).

En cifras absolutas, el País Vasco podría acoger a más de 200.000 trabajadores no nacionales en 2013, gran parte de los cuales llegarán en los próximos años a través de dos vías. Por un lado, mediante los reagrupamientos familiares, que permitieron instalarse a 2.777 nuevos inmigrantes en los tres territorios vascos durante el año pasado, un número que en adelante se multiplicará aunque el Gobierno central imponga restricciones para la llegada de los parientes.

Ese aumento se producirá porque el 40% de los inmigrantes empadronados en Euskadi ha llegado a la comunidad durante los últimos tres años, de manera que muchos de ellos todavía están buscando un hueco en la sociedad de acogida (empleo y vivienda estables) antes de iniciar los trámites para traerse a sus familias desde su país.

Pero la población extranjera también crecerá en el País Vasco por una segunda vía: la necesidad acuciante que tienen las empresas locales de captar operarios con algún nivel de cualificación, un problema expuesto por la patronal Confebask. La Administración vasca advierte de que, probablemente, las fábricas buscarán esa mano de obra entre los inmigrantes que se desplacen a Euskadi desde otras autonomías más golpeadas por la crisis económica.

«Euskadi recibirá un movimiento constante y sostenido de trabajadores regularizados», pronostica Roberto Marro, quien destaca que, en la actualidad, más del 70% de los inmigrantes que residen en la comunidad vasca se encuentran en situación legal; es decir, además de figurar en el padrón, y de tener acceso a la educación, la sanidad y los servicios sociales, también disponen de permiso de trabajo y de residencia. La proporción se elevaría al 85% si se contabilizara como legales a los rumanos y búlgaros que aún no tienen esos documentos, a pesar de que son ciudadanos comunitarios.

De momento, los inmigrantes ya han contribuido a paliar la pérdida de población autóctona empadronada en Euskadi, que ha retrocedido en 44.534 individuos desde 1998. Ha sido precisamente la creciente afluencia de trabajadores extranjeros lo que ha permitido que, después de todo, el saldo global del padrón arroje en ese mismo periodo un aumento de 56.918 personas en el País Vasco.

Por territorios

No obstante, la intensidad del flujo migratorio no tiene por qué ser siempre la misma. De hecho, el Gobierno de Vitoria recuerda que el récord experimentado por las inscripciones de extranjeros en el censo durante 2007 no sólo se ha debido a que hayan llegado en mayor número. También ha influido el hecho de que algunos extranjeros que ya residían en el País Vasco decidieron empadronarse el año pasado a raíz de una campaña publicitaria promovida por el Gobierno vasco, los ayuntamientos y las ONG.

No es la única deducción que se puede extraer de los últimos datos facilitados por el INE. Las estadísticas también ponen de relieve la desigual distribución de los grupos étnicos en los tres territorios. Por ejemplo, en Gipuzkoa, punta de lanza del sector de la máquina herramienta, el grupo extranjero más numeroso es el de los portugués (4.145), seguido de los rumanos (3.569), que parecen llamados a formar una importante comunidad en la Euskadi del futuro

En Vizcaya, donde la industria y la construcción tienen un gran peso, el grupo mayoritario lo constituyen los bolivianos (9.873), por delante de los rumanos (7.660) y de los colombianos (6.646). Resulta llamativo que en este territorio se concentre la gran mayoría de los bolivianos de Euskadi (el 83%), lo mismo que el 60% de los rumanos.

Estos últimos se han hecho especialmente presentes en Gernika y en toda la comarca de Busturialdea, donde se dedican de momento a tareas forestales y de construcción, y constituyen un grupo potencial de votantes que sería suficiente para elegir un concejal en algún municipio. En Álava, el perfil de la inmigración es diferente. El predominio corresponde a los marroquíes (3.047) y a los colombianos (2.873). Esa composición étnica, y especialmente el protagonismo de los magrebíes, se explica por el peso de las tareas agrícolas y el trabajo temporero en el territorio alavés.

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