Diez migrantes han muerto en el desierto 

Prensa Libre, 19-07-2008

En lo que va del año, 10 guatemaltecos han perdido la vida en el desierto de Arizona, en su intento por entrar en Estados Unidos, mientras que del 2006 a la fecha se ha contabilizado un total de 40 connacionales que han muerto en ese inhóspito lugar.

El consulado de Phoenix, Arizona, además de las tareas de apoyo a los migrantes que tiene el resto de oficinas diplomáticas en Estados Unidos, cuenta con una más: visitar la morgue en forma periódica para tratar de encontrar, entre los cadáveres que las patrullas fronterizas hallan en el desierto, a los guatemaltecos reportados como desaparecidos.

Desde el 2006 a la fecha hay 40 casos sin resolver, y las familias están a la espera de poder confirmar si sus seres queridos murieron y dónde están sus restos.

Óscar Padilla, cónsul general en Phoenix, Arizona, explicó que es difícil identificar las osamentas. Una universidad ha colaborado con el consulado para hacer las pruebas de ADN, pero esperan poder tener fondos para hacer más identificaciones.

Este año la ruta por el desierto le ha costado la vida a 10 guatemaltecos que han sido identificados, y el consulado tramita la búsqueda de siete que están desaparecidos.

A la oficina diplomática llegan las denuncias de los familiares y de los mismos compañeros de viaje de los fallecidos, quienes avisan a las autoridades dónde tuvieron que dejar el cuerpo del migrante que no soportó la rudeza del viaje a través del desierto, la sed y las altas temperaturas.

La ubicación de los cadáveres se complica debido a lo inhóspito de los lugares.

“Son historias muy dramáticas, muy duras, porque cruzar el desierto tiene muchos riesgos, y muchos no aguantan”, explicó Padilla.

Hace un mes y medio, la familia de Jorge Morales, de 20 años, tuvo que recibir su cuerpo, días después de que había empezado su viaje hacia el norte. El joven no pudo aguantar las inclemencias del desierto, y el extremo clima, el cansancio y la falta de agua acabaron con su vida y con sus sueños de lograr mejores oportunidades que las que le brindaba su país.

Una historia similar se vivirá hoy en el aeropuerto La Aurora, a donde llegará el cuerpo de Augusto Miguel Juan, otro migrante que no logró superar el paso por Arizona. Ayer arribó al país otro de los fallecidos reconocidos recientemente.

Padilla informó que las cifras de este año son menores que las del 2007, cuando tuvieron que repatriar a 25 guatemaltecos que murieron en el desierto. Quince más perdieron la vida durante el 2006, según los registros consulares.

El cónsul refirió que su empeño es hacer saber a la gente del riesgo que corre, a su paso por Arizona, al tratar de llegar a Estados Unidos.

Afirmó que ya han tratado de transmitir el mensaje entre los migrantes de la zona, para que adviertan a sus conocidos sobre lo que significa aventurarse en estos viajes.

“No es solo el paso por el desierto, porque además los delincuentes les roban, golpean y maltratan, y deben saber el peligro que corren”, dijo Padilla.

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