La vigilancia no logra impedir dramas mortales de la inmigración en España

Prensa Libre, 14-07-2008

MADRID (AFP) –
La multiplicación de dramas relacionados con la inmigración clandestina en los últimos días, con decenas de muertos africanos en su intento de atravesar el mar para llegar a España, evidencia los límites del sistema de vigilancia marítima, denuncian las ONG españolas.


“Lo cierto es que la impermeabilización de las fronteras no está disminuyendo el número de muertos; al contrario”, dice Francisco Majuelos, responsable de la asociación de defensa de los derechos humanos de Andalucía APDH – A.


La semana ha finalizado con la muerte de una treintena de inmigrantes africanos, entre ellos nueve niños de corta edad que viajaban con su madre, debido al mal tiempo en el Mediterráneo cuando intentaban llegar a la Costa del Sol (sur de España) desde Marruecos.


“Hacer responsable de nuevo al mal tiempo es señalar sólo la causa inmediata”, dice la APDH – A según la cual, desde principios de año, “más de 230” inmigrantes han perdido la vida de la misma manera, intentando llegar a las costas españolas.


Un nuevo capítulo de este drama tuvo lugar el viernes en el archipiélago de las Canarias (Atlántico) con el descubrimiento en una pequeña embarcación con inmigrantes africanos de cuatro cadáveres y 55 supervivientes muy debilitados, de los que dos murieron poco después.


Esta vez, el mal tiempo ya no fue tanto el culpable como el hecho de que la embarcación, que zarpó de Mauritania, se quedó a la deriva y sin víveres, según la delegación del gobierno en las islas españolas.


De nuevo los sofisticados sistemas de control con radares, cámaras térmicas y patrullas marítimas no lograron detectar la embarcación antes de que llegara a una playa de la isla de La Gomera.


“Un sistema de vigilancia eficaz al 100% no existe”, dice José Antonio Batista Medina, representante de la delegación del gobierno en Canarias, subrayando que tras un pico en 2006 de 31.678 llegadas de sin papeles a Canarias, su número ha disminuido mucho en 2007 y 2008.


El descenso se atribuye al efecto disuasivo del dispositivo de vigilancia de las costas occidentales africanas, desplegado por la agencia europea Frontex y el sistema español de detección desde tierra “Sive”, así como a los acuerdos de repatriación firmados por Madrid con varios países del oeste africano.


Pero para la APDH – A, esta mayor vigilancia también explica en parte la multiplicación de tragedias. “Un sistema de vigilancia más eficaz es lo que está produciendo los muertos: en la medida que se restringe, que se pone dificultades a la llegada de las personas, las personas asumen más riesgos”, considera Majuelos.


Así, el estrecho de Gibraltar está muy vigilado del lado español y los emigrantes se ven forzados a desplazarse más al este para lanzarse a travesías mucho más largas y peligrosas.


“Este sistema que está costando millones de euros no va a evitar que los inmigrantes sigan jugándose la vida en el mar”, afirma José Miguel Morales, responsable de la asociación de ayuda a los inmigrantes, Andalucía Acoge.


“El problema es complejo, hay varias soluciones, pero un elemento imprescindible” para intentar reducir los flujos migratorios “es la ayuda al desarrollo” en los países emisores de emigración, dice Majuelos.


El gobierno socialista español se declara consciente de que una política de represión no sirve como única solución y multiplica desde hace varias semanas sus llamamientos a los países occidentales para que intensifiquen su ayuda a Africa.


“Estamos en una situación alarmante. O ayudamos a Africa a luchar contra la extrema pobreza o nuestra Estado de solidaridad, nuestro Estado social estará en peligro”, advirtió recientemente José Luis Rodríguez Zapatero, anunciando una aumento del ayuda española al desarrollo hasta el 0,7% del PIB en 2012.

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