vitoria. Desconocimiento y falta de comunicación. Éstas son las razones esgrimidas por el gran número de bazares que ayer mantuvo sus puertas abiertas a pesar de la entrada en vigor de la modificación de la Ley de Actividad Comercial del Gobierno Vasco. Esta normativa, que estrenaba yer sus nuevas disposiciones, afecta a los horarios y días de apertura de las tiendas de entre 150 y 400 metros cuadrados. Un total de 500 bazares en todo Euskadi, de los que 350 están regentados por asiáticos.

De esta forma, a partir de ahora, los establecimientos de estas dimensiones no podrán abrir más de 72 horas semanales y deberán cerrar todos los domingos y festivos del año, excepto ocho. Con esto se pretende frenar la competencia desleal y favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar. No todos los comercios tendrán que cumplir esta normativa. La ley exime a panaderías, pastelerías, quioscos, gasolineras y floristerías, así como a las tiendas situadas en estaciones y puntos fronterizos.

En la capital alavesa son alrededor de 85 los locales dirigidos por chinos, de los cuales muchos abrieron sus puertas ayer a pesar de lo que dicta el Gobierno Vasco. “No conocía la normativa. No leo el periódico y no sé qué haré porque nadie me ha dicho nada”, comentaba el dueño del Bazar Hong Ying.

Y es que, según justifican en muchos comercios, uno de sus principales problemas es la barrera del idioma que les impide acceder a este tipo de información. Aunque la ley no exime a los infractores por desconocimiento, Lakua ya anunció en su día que remitiría circulares en chino a estos bazares. “A nosotros no nos han mandado una carta y nadie ha venido a decirnos nada. No entendemos bien el castellano y, por esto, no sabemos lo que dicen los periódicos y la televisión. Así que si los demás abren, no voy a cerrar yo”, explicaban los regentes del bazar Di Xiang, uno de los tres que permanecía abierto en Sancho el Sabio.

No eran los únicos, en la Avenida de Gasteiz dos locales de este tipo también obviaban la normativa, ya que no habían recibido la circular. “Yo no sabía que había una ley que decía eso. No nos han dicho nada y por eso hemos abierto, pero en cuanto me llegue la comunicación cerraré”, comentaba uno de los dependientes del bazar Aokang.

La norma no contempla un periodo de adaptación a la modificación, por lo que el reloj ya ha empezado a contar para estos establecimientos. Y aunque de momento ninguno de estos locales ha incumplido la ley, porque ésta permite abrir los comercios hasta ocho domingos y festivos, sí marca unas importantes sanciones económicas si no se cumple. Multas desde 25.000 euros para las infracciones de carácter leve hasta 900.000 euros para las más graves.