Otra vez la muerte en patera

ABC, 12-07-2008

JOSÉ A. TOVAL

SANTA CRUZ. Sufrimiento, congoja y muerte. El drama de la inmigración continúa dejando víctimas. Ayer, cuatro más llegaron a España a bordo de una barcaza con otras 55 personas. Los inmigrantes arribaron en Puerto Santiago, en el municipio gomero de Alajeró. Once de los supervivientes se encontraban «en muy mal estado», según aseguraron fuentes de la Delegación del Gobierno en las Islas. Y no se sabe cuántos quedaron por el camino: igual que en la patera que llegó el miércoles a Almería, los inmigrantes se vieron obligados a tirar varios cadáveres al mar durante la travesía.

El cayuco llegó pasada la una de la tarde, aunque media hora antes la embarcación ya había sido avistada por una zodiac particular que se dirigía a Puerto Santiago, a un kilómetro de la costa. Hacinados, sin alimentos y deshidratados, los inmigrantes recibieron tras su llegada los primeros auxilios por personal de Salvamento Marítimo y de la Cruz Roja desplazados al lugar. Los pocos que no estaban aturdidos a causa de la dureza del viaje aseguraron proceder de Guinea Bissau, en testimonios desgarradores. Desde ese país, localizado en la costa atlántica africana y que se encuentra a algo más de 2.000 kilómetros del Archipiélago, emprendieron un viaje en condiciones infrahumanas.

Tres de los supervivientes fueron trasladados a primera hora de la tarde en helicóptero y otros dos en ambulancia a San Sebastián, capital de la isla, donde fueron ingresados en centros hospitalarios. Otros seis, que presentaban mareos y contusiones de diversa índole, también fueron desplazados a hospitales en ambulancias, con la colaboración de la Guardia Civil de la localidad.

Sin comida ni agua

Durante la travesía, que duró una semana, la precaria embarcación quedó a la deriva y sus reservas de agua y comida se agotaron rápidamente, por lo que cuatro de ellos murieron y otros once se encuentran en estado muy grave. Además, los guineanos aseguraron que durante el viaje tuvieron que arrojar al mar varios cadáveres, sin poder concretar el número. Los inmigrantes llegaron a la costa canaria soportando los fuertes olores provocados por los muertos que ocupaban el bote y en una estado de salud paupérrimo, tras varios días sin comer ni beber una gota de agua.

El presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, que se encontraba de visita oficial en la isla de La Gomera, se personó en el municipio para conocer de primera mano la situación. Rivero aseguró «lamentar profundamente» el drama de la inmigración y apeló a la necesidad de despertar «urgentemente» conciencias. El presidente indicó que en estos momentos «hay que redoblar esfuerzos y observar lo que hemos venido advirtiendo desde Canarias durante los últimos años».

Rivero subrayó que la inmigración no ocupa primeras páginas en los medios de comunicación españoles y europeos hasta que ocurre una tragedia lamentable como la que ocurrió ayer, donde «han perdido la vida varias personas». En su opinión, el camino para solucionar el problema pasa por lograr compromisos con los países de origen para evitar la salida de las personas que arriesgan su vida en el mar.

272 inmigrantes en julio

Con la llegada de esta nueva embarcación, ya son 272 los inmigrantes que han llegado a las costas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. El día 5 de julio arribaron a la playa del Médano, en el sur de Tenerife, 148 inmigrantes, de ellos seis menores. El día 7 una patrulla de Salvamento Marítimo interceptó otra barcaza con otros 65 «sin papeles».

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