el drama de la inmigración

«No tenían fuerza ni para tirar a los muertos al mar»

La Voz de Galicia, Xurxo Fernández, 12-07-2008

Cuatro cadáveres iban en la barcaza junto a 55 subsaharianos, que se deshicieron de varios cuerpos en el viaje

Llega a La Gomera un cayuco en el que podrían haber muerto 20 personas después de pasar tres días sin agua

Cuatro cadáveres iban en la barcaza junto a 55 subsaharianos, que se deshicieron de varios cuerpos en el viaje

Esta vez el servicio de vigilancia que blinda Canarias no impidió que el cayuco se acercara hasta casi tocar tierra. Fue un aviso anónimo el que alertó de la presencia de la barcaza a la deriva a menos de un kilómetro de La Gomera, una isla tradicionalmente impermeable a la llegada de inmigrantes debido a su alejada posición del continente africano.

Como en los dos casos detectados en Andalucía esta semana, fue un fallo del motor el que dejó la embarcación a la deriva e hizo eterna la travesía de los subsaharianos que la ocupaban. Cuando los equipos de la Guardia Civil y de la Cruz Roja lograron acceder al cayuco, en torno a las 13 horas de ayer, a bordo había 55 personas y cuatro cadáveres. «Estaban todos mezclados en el suelo, los vivos ya no tenían ni fuerzas para lanzar a los muertos al mar», relataba después a La Voz Juan Antonio Corujo, el portavoz del equipo de emergencias de la Cruz Roja Canarias.

Los más de tres días sin comida ni agua habían provocado estragos en la tripulación, casi toda procedente de Guinea Bissáu. La barcaza habría salido de Senegal, probablemente de la región de la Casamance, hace «entre siete y nueve días». El viaje no estaba programado para esa duración, pero la avería del motor lo alargó mucho más de lo previsto y convirtió en insuficientes las provisiones de a bordo. Tampoco había ningún sistema de orientación y los inmigrantes equivocaron el rumbo: «Tuvieron suerte, porque si el viento los llega a empujar un poco más al oeste se habrían perdido en el océano», razonaba Corujo, recordando el caso de una patera aparecida en Barbados.

Pero las dramáticas imágenes del interior del cayuco solo reflejan una parte del drama. De la costa senegalesa partieron muchos más subsaharianos de los que ayer llegaron a La Gomera. Algunos de los supervivientes contaron a los agentes de la Guardia Civil cómo habían lanzado al mar los cuerpos de unos cuantos compañeros de viaje que perecieron durante el trayecto, víctimas del terrible calor y de la falta de agua.

Las versiones sobre el número de tripulantes que iniciaron la travesía son varias, debido, principalmente, «al cansancio y a la desorientación, que les hace confundir los detalles», destacaba el portavoz de la Cruz Roja. Sí parece claro que todos los que ocupaban la embarcación en su partida eran hombres, y por las dimensiones del cayuco y la experiencia de anteriores llegadas de inmigrantes, «fácilmente podrían haberse hacinado a bordo más de setenta personas». Si fuera así, el balance de muertos superaría con mucho la decena.

Esta cifra podría crecer aún más debido al precario estado de salud en el que llegaron los supervivientes. Once fueron rescatados «en muy mal estado» y a tres hubo que evacuarlos en helicóptero, pues su situación era extremadamente delicada.

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