La Eurocámara critica que Italia fiche a los gitanos

El Gobierno italiano se declara indignado por la resolución

La Vanguardia, , 11-07-2008

MARÍA-PAZ LOPEZ – Roma. Corresponsal

DISCRIMINACIÓN RACIAL Estrasburgo exhorta a no tomar las huellas dactilares a niños y adultos gitanos

NUEVO DELITO A LA VISTA Maroni quiere crear el delito de iniciación a la mendicidad de menores
El Parlamento Europeo aprobó ayer una resolución de rechazo a la toma de huellas dactilares para el censo en campamentos de gitanos y nómadas previsto por el Gobierno italiano, que reaccionó con dureza, prometiendo información a la UE y proclamando al tiempo su indignación por “acusaciones de racismo totalmente infundadas”, en palabras del ministro de Exteriores, Franco Frattini. El Ejecutivo de centroderecha de Silvio Berlusconi, consciente de que ayer le podía caer un varapalo desde Estrasburgo, convocó a los corresponsales de la Asociación de la Prensa Extranjera, en Roma, donde tres ministros defendieron el censo, y reiteraron su voluntad de llevarlo a cabo.

Según Franco Frattini (Exteriores), Roberto Maroni (Interior) y Andrea Ronchi (Políticas Comunitarias), Italia necesita saber exactamente quién vive en los tres mil campamentos de nómadas del país, porque muchos son foco de conflictividad y degradación social, y que para ello debe organizar un registro. Entre los métodos que el Ejecutivo ha indicado figura – además de pedir el documento de identidad y de sacar fotos- la toma de huellas dactilares, lo cual ha creado polémica, sobre todo al trascender que el procedimiento se usaría también con niños. Maroni matizó ayer que las huellas es un método a usar si fallan los otros.

La Eurocámara – reunida por la mañana en pleno en Estrasburgo- aprobó un texto en el que exhorta a las autoridades italianas “a abstenerse de tomar las huellas dactilares a los gitanos, menores incluidos, y a no utilizar las huellas ya recogidas, en espera de la inminente valoración de dichas medidas, anunciada por la Comisión Europea, por cuanto ello constituiría claramente un acto de discriminación directa fundada sobre la raza y el origen étnico”. La propuesta de resolución – presentada por grupos de centroizquierda- fue aprobada por 336 votos a favor, 220 en contra y 77 abstenciones.

El centroderecha italiano considera que esa votación fue “producto del prejuicio político contra Italia” (Frattini); que el asunto ha sido objeto de “instrumentalización por parte de la izquierda” (Maroni); y que “se trata de una de las páginas más feas de la historia de Europa” (Ronchi).

Roberto Maroni insistió en que “saber la identidad de quien vive en los campos equivale a proporcionar derechos a quien allí vive”, pero dejó clarísimo que quienes no tengan los papeles en regla serán expulsados. El ministro dice ahora que nunca habló de “emergencia rom”(los italianos llaman rom a los gitanos), sino de “emergencia nómadas”. Según Cáritas, en Italia viven unos 140.000 gitanos, de los que 70.000 son italianos, 42.000 rumanos, y el resto procede de la antigua Yugoslavia. El Gobierno sostiene que en los campamentos viven también extracomunitarios sin permiso de residencia.

Los tres ministros prometieron una y otra vez que el censo permitirá mejorar las condiciones sanitarias de los campamentos, favorecer la integración de los gitanos y escolarizar a los niños. Maroni incluso anunció la creación del nuevo delito de iniciación a la mendicidad, que permitiría quitar la patria potestad a los padres de menores que piden limosna. Inaccesible al toque de atención de la UE, el Gobierno italiano financiará con tres millones de euros este censo (en principio en Roma, Milán y Nápoles), que quiere tener terminado a mediados de octubre.

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