bilbao. El director de Inmigración del Gobierno vasco, Roberto Marro, criticó ayer la política migratoria que va a realizar el Gobierno durante estos próximos cuatro años porque “restringe derechos” y asume las posiciones conservadoras. Marro compareció en rueda de prensa tras su asistencia a la conferencia sectorial de inmigración en Madrid, en la que expresó su preocupación ante el “giro” que se va a realizar en las políticas migratorias.

Según el director de Inmigración, desde el Gobierno español se va a realizar una restricción al derecho de la reagrupación familiar, que se aplicará sólo a los cónyuges e hijos, denegándolo a los ascendientes.

Actualmente, aclaró, se permite la reagrupación tanto de cónyuges como de familiares ascendientes y descendientes, siempre que se cuente con medios económicos suficientes y una vivienda adecuada.

En cuanto a los cambios previstos en los programas de retorno voluntario para trabajadores extranjeros residentes, Marro opinó que “se está haciendo una labor antipedagógica, al establecer que existen unos trabajadores excedentarios y unirlo a la crisis económica, lo que podría ser un caldo de cultivo para corrientes xenófobas dentro de la sociedad”.

Otro punto que criticó de la directiva de retorno es el caso de los menores no acompañados, que puedan ser “repatriados a países que no son su origen”.

Marro destacó también, que desde el Gobierno vasco “se creía que iba a haber una apuesta a favor de la integración de los inmigrantes y por los derechos y deberes de todas las personas” y lo que ha ocurrido es que “se ha partido de una política de un contenido más sancionador que de integración” que “todas las comunidades, excepto la CAV han apoyado”. >efe