¿Cómo se tira un cadáver de un bebé, de tu bebé, por la borda? Van 69 muertos en unos días. De todas las edades. Hay noticias que se convierten en rutina, que nos vuelven insensibles. Los muertos en las pateras del Estrecho son, para nosotros, como la música de la pedrea de una lotería que jamás nos afectará. Un rumor, un ruido lejano al que no le prestamos mucha atención. El Gobierno dice que el caso patérico de la patera que tocó Almería, después de siete días de infierno por el mar, obliga a estudiar la posibilidad de que no sean . Tuvieron que tirar por la borda a quince cadáveres, entre ellos a nueve niños y algún bebé. Sus hijos se les fueron, murieron en los brazos, mientras no avistaban nunca la costa de la esperanza. ¿Cómo tienen que estar en sus países para arriesgarlo todo por alcanzar España? ¡Qué distintas son nuestras preocupaciones! Ellos buscan comer, donde nosotros ponemos el grito en el cielo porque el postre no está en su punto. Ellos quieren un trabajo, donde a nosotros nos hunde el humor el rascazo que le damos al coche con la columna del garaje. 33 inmigrantes lograron llegar en esa zódiac. Aunque algunos, entre ellos el único bebé que lo consiguió, están muy graves. Qué estúpida se vuelve la tragedia de que a la niña se la haya roto la pantalla de la Nintendo cuando leemos estas noticias. Y todo por nacer aquí en vez de allí.