El asalto al chalé de Sopelana es obra de una banda profesional

Los ladrones actuaron rápido porque sabían que disponían de poco tiempo por la alarma El botín ascendió a 6.000 euros y algunas joyas

El Correo, S. VÁZQUEZ / E. MOLANO, 08-07-2008

Los cuatro ladrones que el pasado sábado asaltaron un chalé de Sopelana y mantuvieron atados en la bodega a sus dueños un matrimonio de mediana edad son miembros de una banda profesionalizada. Nuevas informaciones sobre el caso a las que ha tenido acceso este periódico dan al traste con la esperanza de los vecinos del entorno, muy inquietos por el suceso, de que los autores del robo fuesen delincuentes de poca monta que habían sucumbido a la tentación de una ventana abierta para meterse en la casa. Según fuentes cercanas a la investigación, los intrusos, de origen magrebí, posiblemente argelino, no actuaron a salto de mata, sino que, a sabiendas de que el adosado contaba con alarmas en la puerta de la vivienda, ubicada junto a la playa, hay carteles que indican la existencia de dispositivos de seguridad decidieron acceder al interior.
No les cohibió la necesidad de actuar con rapidez debido al escaso margen de tiempo que dejan las alarmas hasta la llegada de la Ertzaintza, ni tampoco que los habitantes de la vivienda estuviesen dentro. De hecho, iban preparados para ambas cosas. De ahí que irrumpiesen en el domicilio de la avenida Arrietara pertrechados con ‘walkie-talkies’ y capuchas negras sobre las 23.30 horas y que en un corto paréntesis de tiempo lograsen dejar atado al matrimonio en la bodega y desvalijar su hogar antes de huir en el coche de la familia, un Volvo que poco después apareció abandonado a un kilómetro.
Según explicó ayer la Policía municipal de Sopelana, además del vehículo, los ladrones se llevaron un botín de 6.000 euros y joyas. Afortunadamente, la pareja, que logró poner en marcha el dispositivo de seguridad, no sufrió ningún daño. Según ha podido saber EL CORREO, los atracadores no esgrimieron armas, aunque sí mostraron una actitud violenta y llegaron a propinarles patadas. Cuando la Ertzaintza llegó a la casa, halló a A.F. T. y M.G.F. M. aún atados y procedió a liberarles. Aunque se encontraban bien, la tensión del episodio provocó a la mujer un ataque de ansiedad, del que tuvo que ser atendida por la DYA. Muy afectados por la experiencia de verse secuestrados e indefensos en su hogar, han preferido guardar silencio y dejar que la investigación siga su curso.
Las primeras pesquisas llevadas a cabo por la Ertzaintza, responsable de la seguridad del municipio costero por las noches, se ciernen ahora en la búsqueda de huellas. Sin embargo, según ha trascendido, esta tarea será ardua, ya que los delincuentes actuaron provistos de guantes. Las averiguaciones se centran también en las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, que pueden ayudar a resolver el caso, convertido ayer en el número uno del ránking de temas de conversación en Sopelana. La indignación y el estupor por lo sucedido a escasos metros de sus casas, muy cerca de una conocida zona de bares que a esa hora se encontraba en plena fiebre de sábado noche, aguzó la memoria de los residentes en el enclave, que repasaban con precisión bibliográfica los últimos robos y los intentos frustrados que se han producido en las inmediaciones de la playa.
Robos en el parking
La Policía Municipal, por su parte, admitió que en los últimos tiempos los ladrones han convertido el enclave en uno de sus lugares favoritos de actuación, aunque recalcó que este es el primer robo con intimidación que se produce este año en un domicilio de la localidad costera. En los registros policiales de este año figura otro saqueo a una vivienda del casco urbano, pero en esa ocasión sus propietarios estaban fuera. «Y el verano pasado hubo seis robos en casas y pisos», desvelaron agentes locales.
Los delincuentes no sólo se han interesado en domicilios y negocios, sino que también han extendido sus actividades a los coches y motos aparcados en el estacionamiento de Arrietara, ubicado a pocos metros del chalé asaltado el sábado, y en los alrededores. De hecho, el año pasado se apropiaron de cuatro furgonetas, que después vendieron en Europa del Este. Y este año la campaña de verano ha empezado fuerte. Según los agentes municipales, ya se han sustraído dos turismos y un ciclomotor. Además, se han registrado 19 robos en el interior de turismos y furgonetas y 44 robos y hurtos que policías y vecinos atribuyen a personas de origen magrebí. Lo que no se ha podido confirmar aún es si estos mismos delincuentes son los autores del asalto al espectacular chalé, del que se pudieron ‘enamorar’ mientras realizaban sus fechorías en el parking de al lado. Una tentación que quizá les ha llevado a dar un salto cualitativo en su historial criminal.

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