Esther L. Palomera

MADRID – Primera reunión de la nueva Ejecutiva Federal. Caras conocidas que se felicitan por seguir en su misma silla; caras nuevas que dudan cuál es la suya; unos y otros se felicitan. Los que se conocen y los que no aúnan sus voces en un sonoro «cumpleaños feliz» cuando entra en la sala de juntas el presiente del partido, Manuel Chaves. Hoy cumple 63 años, y es el miembro de más edad de la recién nombrada dirección socialista. ¿La benjamina? María González Veracruz, la secretaria de Innovación y Nuevas Tecnologías, una murciana de tan sólo 27 años. Todos quieren hablar el primer día de la Ejecutiva y todos piden la palabra. Lo hace Bernarda Jiménez, la inmigrante que se incorpora al proyecto socialista, también el asturiano Alfonso Morán, y Pilar Alegría y Eduardo Madina… Hay una llamada de atención, incluso, para que las intervenciones se acorten porque Zapatero quiere cumplir con la tradición y salir él mismo a dar la rueda de prensa de la primera Ejecutiva tras el Congreso. Lo hace, y adelanta que las resoluciones aprobadas en el cónclave se plasmarán en leyes en esta misma Legislatura.

Desmiente con sus palabras a quienes creen que el resultado del Congreso Federal no varía la acción del Gobierno, y que sus acueerdos se convertirán en papel mojado que se meterán en algún cajón del olvido. Nada de eso. El secretario general del PSOE tiene el firme propósito de que los acuerdos sobre aborto y la muerte digna se cumplan en este su sengundo mandato, aunque no concreta la fecha. «Desde que soy secretario general del PSOE – recuerda – , he procurado que las resoluciones de los congresos se lleven a la práctica. Sólo hacen falta dos condiciones para ello: gobernar y tener voluntad política». Las dos parece que las cumple. Y, además, declara estar dispuesto a abrir un proceso de diálogo con otras fuerzas políticas. Aunque no se marca más plazo que el final de Legislatura, sí avanza que la reforma electoral que requiere el reconocimiento del voto al inmigrante extracomunitario será la primera que se aborde. Y por eso no entiende las críticas que desde el PP se han vertido contra esta propuesta: «Cuando el PSOE plantea avances en determinadas leyes o reconoce nuevos derechos, hay voces que dicen que hablamos de radicalismo, cuando en realidad de lo que hablamos es de democracia», subraya antes de concluir con una última andanada: «La sociedad española se ha modernizado más que algunos políticos y comentaristas».

Luego, se felicita de que el PSOE haya demostrado en su 37 Congreso Federal que tiene «una brillantísima cantera» y que es la «fuerza modernizadora e innovadora garante de los derechos sociales». Su conclusión: el PSOE es un partido «fuerte, unido y cohesionado, cercano a las aspiraciones de los ciudadanos». Así resume en cuatro las señas de identidad del PSOE para los próximos años: la cohesión de España, la extensión de la democracia, la fuerza modernizadora y la garantía de la política social. Pone también el acento en que el congreso haya constatado que «la España plural es la España real», capaz de integrar todas las lenguas y todas las identidades.

Y tras esta inusual comparecencia pública en la sede del PSOE, Zapatero no volverá a declarar en la calle Ferraz hasta las próximas elecciones generales de 2012. Eso si es candidato, que de momento no quiere confirmarlo.


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