Entre el oportunismo, la ilusión y el escepticismo

ABC, 08-07-2008

ÁLVARO PÉREZ

MADRID. El nombramiento de Bernarda Jiménez como nueva responsable del área de Integración y Convivencia en el PSOE ha tenido especial eco entre las asociaciones de inmigrantes. La esperanza y las expectativas generadas por el nombramiento de la política de origen dominicano se mezclan con cierto escepticismo por las últimas decisiones del Gobierno en inmigración, área en la que ha endurecido su política.

«La designación de Jiménez es una sorpresa. Un gesto muy positivo por su simbolismo», explica la presidenta de Rumiñahui, asociación de ecuatorianos en España, Dora Aguirre. «Estábamos esperando una cosa así desde hace años: que un partido mayoritario metiese en su ejecutiva a una persona de origen inmigrante», comenta el presidente de la Asociación Sociocultural y de Cooperación al Desarrollo por Colombia e Iberoamérica (Aculco), Álvaro Zuleta. Desde su punto de vista, que Bernarda Jiménez esté en el órgano de dirección socialista es «un regalo» para los extranjeros.

Dos caras

La noticia también ha sido bien recibida en las asociaciones africanas. Sidibe Mousa, presidente del Alto Consejo de los Malienses en España (Acme), se congratula de que además de dinero, el Gobierno invierta en «igualdad de oportunidades». Mousa entiende que la medida «servirá para acabar con los estereotipos sobre inmigrantes» y no ve «intención electoralista» en la decisión del PSOE.

Sin embargo, los últimos movimientos socialistas en materia de inmigración levantan algunas sospechas. Por un lado, el nombramiento de Bernarda Jiménez y el anuncio de Zapatero de que tratará de aplicar el derecho a voto de los inmigrantes extracomunitarios en las elecciones municipales. Por otro, el Gobierno se ha sumado a la directiva europea que endurece las medidas contra los ciudadanos sin papeles y el ministro de Inmigración, Celestino Corbacho, ha propuesto endurecer aún más la reagrupación familiar.

Debido a esas actuaciones contradictorias, el presidente de la Organización para los Rumanos de España, Cristian Avram, afirma desconfiar de «todos los políticos». «Este nombramiento – añade – es de cara a la galería. Todavía queda mucho por hacer en inmigración, sobre todo cambiar la mentalidades». Otros, como el presidente de Ferine (Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados de España), Esteban Cancelado, no dan importancia a la nacionalidad y sí a que «conozca la situación y quiera de verdad hacer cosas».

Entre los que reciben la noticia con esperanza también hay recelos. Dora Aguirre admite que el nombramiento de Jiménez esconde «cierto interés político». Incluso, Álvaro Zuleta, aun confiando «en el giro a la izquierda» del PSOE, asegura que estarán atentos a todo el proceso para que los socialistas «sean consecuentes con los derechos de los inmigrantes» y no actúen con doble moral.

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