"Es una ley hecha contra los chinos"

Diario de noticias de Alava, bazar ying kai, 08-07-2008

E l comercio se ha convertido en refugio de muchos inmigrantes, sobre todo los de origen asiático, que llegan a Euskadi buscando un nivel de vida mejor. El número de los llamados bazares chinos se ha multiplicado por diez desde comienzos de los años noventa en la capital alavesa. De hecho, cada año la ciudad asiste a la apertura de una media de seis nuevos locales de este tipo. Se caracterizan por ofrecer todo tipo de productos, de baja calidad, aunque a precios muy competitivos y, sobre todo, por estar abiertos a cualquier hora del día, por lo que a más de uno le han podido sacar de algún apuro. “Hacen, en definitiva, el trabajo que no quiere hacer la población local, y por lo tanto, se merecen todo el respeto”, asegura Josetxo Jaio, de la Cámara de Comercio.

A partir del próximo fin de semana, sin embargo, al sector le esperan momentos difíciles con la entrada en vigor de una modificación de la Ley de Actividad Comercial que afecta a las tiendas de entre 150 y 400 metros cuadrados; es decir, excluye a los locales dedicados a la venta de pan, pasteles, y prensa, así como a los hipermercados, pero sitúa en el punto de mira a los 500 bazares que hay en Euskadi, de los que 350 están regentados por personas asiáticas.

“Es una ley hecha contra los chinos”, asegura tajante el propietario de una serie de locales ubicados en la calle Sancho el Sabio de Vitoria. Sus tiendas deben también atenerse a la nueva normativa, que obliga a este tipo de establecimientos a cumplir un horario de 72 horas semanales y a cerrar todos los domingos y festivos del año, excepto ocho.

El Gobierno Vasco pretende, por un lado, frenar la competencia desleal que pudiera darse con los comercios tradicionales, y por otro, potenciar medidas que concilien la vida laboral y familiar. “Nos suena raro que un gobierno prohíba trabajar”, bromea el dueño de los locales de Sancho el Sabio que, sin embargo, no oculta su preocupación por el modo en que la normativa pueda repercutir en su negocio. “Hasta ahora no hemos tenido que pedir ninguna ayuda al Estado, pero no nos va a quedar más remedio que hacerlo”, añade.

De la misma opinión son los responsables del bazar Ying Kai, en la Avenida de Gasteiz, que aseguran que el horario actual responde a las necesidades de los clientes. “Son ellos los que demandan que abramos en festivos”, señalan. En este sentido recuerdan que hasta ahora trabajar los domingos era una opción completamente legal a la que también podían acogerse el resto de las tiendas de la ciudad. “No es competencia desleal”, añaden.

Desde el bazar Aokang, también en la Avenida, su dueño, Xing Tao, lanza la siguiente crítica: “Vamos a cumplir la ley, por supuesto, pero ni siquiera se han molestado en comunicarnos por escrito que entraba en vigor este fin de semana”.

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