A fin de paliar los efectos de la polémica levantada por el anuncio de la recogida de huellas dactilares a los menores, la Policía anunció ayer que en Roma sólo se practicará a los niños con más de catorce años que carezcan de documentos de identificación, dejando abierta la posibilidad de registrar las huellas de los niños más pequeños en los casos en los que se considere necesario. A cada gitano se le entregará una tarjeta sanitaria que le dará acceso a los servicios médicos, así como a vacunas y pañales. Asimismo se tomará una fotografía de todos los menores para permitir su identificación, incluyendo su ficha en la de los padres cuando tengan menos de 14 años. A pesar de haberse anunciado esta línea más «tolerante», para el lunes se ha convocado una manifestación en el barrio más multiétnico de la capital italiana, el Esquilino , durante la que se invitará a la gente a que deje sus huellas dactilares que serán enviadas al gobierno de Berlusconi. Esta decisión se tomó sobre todo por la línea más dura aplicada ya en ciudades como Nápoles y Milán. En la capital de Campania la recogida de huellas dio comienzo el pasado viernes, en que se tomaron huellas dactilares a los mayores de 14 años, mientras que en Milán el censo arrancó el pasado mes de abril, tomándose las huellas tan sólo en los casos necesarios.