Llaman a la movilización de los agentes sociales contra la política “inmoral” de la UE

donostia. Representantes de las asociaciones de inmigrantes de Gipuzkoa denunciaron ayer que las políticas impulsadas desde Europa, como la llamada Directiva de la Vergüenza , lo único que pretenden es “crear cientos de guantánamos a la europea para recluir a decenas de miles de personas sin respeto por las mínimas garantías individuales”.

La Directiva de Retorno establece criterios comunes para los 27 estados miembros a la hora de expulsar y retener a los inmigrantes hasta 18 meses por decisiones puramente administrativas. Su aprobación por parte de la Eurocámara ha provocado una movilización social que también ha tenido su eco en Gipuzkoa, como hicieron ver ayer en Donostia representantes de hasta 13 colectivos.

Conscientes de que tienen que cumplir “un papel central” en esta lucha en la que esperan conseguir “la adhesión de todos los agentes sociales”, Silvia Carrizo, de Malen Etxea, leyó un manifiesto en el que consideraron “inmoral” la nueva política de Inmigración “desarrollada por la derecha europea”. Asimismo, se opusieron a la modificación de las leyes que regulan el reagrupamiento familiar y al Pacto por la Inmigración que están negociando los estados francés y español.

En cuanto a la crisis económica, Ana Murcia, de Garaipen, mostró su “preocupación” por las “coincidencias en las políticas defendidas entre el PSOE, el PP e incluso el PNV” que lanzan el mensaje de mantener el “Estado de Bienestar” pero “sólo para algunos”. De todos modos, Murcia consideró que estas políticas son fruto de la “crisis del proyecto de la UE” que se ha puesto de manifiesto con el rechazo de Irlanda y Francia. “Plantean el rechazo a las culturas diferentes como un elemento de cohesión”, denunció.

Para Fabricio Cajas, de Adisketuak, cualquier plan de retorno que se diseñe debe asegurar que la ida y vuelta de los inmigrantes sea efectiva. Finalmente, reclamaron, como vienen haciéndolo en los últimos años, el derecho a voto, sabedores de que es la única forma en la que su opinión cuente para los políticos.