Las compañías se posicionan para aprovechar el crecimiento de los jubilados e inmigrantes en los próximos 40 años En las próximas décadas, España se enfrentará a unos cambios demográficos y sociales sin precedentes, y los protagonistas serán los jubilados y los inmigrantes. Se espera que para 2050 nuestro país sea el más viejo de Europa, con una media de edad de 55 años y un ratio de 1,5 trabajadores por cada mayor de 65 años (actualmente, la proporción es de cuatro trabajadores por cada jubilado).

Por su parte, la presencia de los inmigrantes en el mercado laboral español seguirá creciendo y será esencial su aportación. Ya en 2007 se alcanzó un máximo de contratación de extranjeros, con el 14,10% del total de personas ocupadas en España, un punto más que el año anterior y el doble de la media europea.

Estas dos realidades, envejecimiento e inmigración, ofrecerán múltiples oportunidades de negocio para las empresas en nuestro país.

Según la última publicación de la Fundación de la Innovación Bankinter, Nuevos Consumidores: Inmigración y Envejecimiento, realizada junto con Accenture y que analiza los retos de este nuevo entorno sociodemográfico, los que más se van a beneficiar con estos nuevos clientes son la industria de la educación, del ocio, de la tecnología y de la alimentación para los mayores, y el sector sanitario y el educativo para los inmigrantes.

Pero muchas compañías ya están tomando posiciones para aprovechar las oportunidades de negocio y atender las necesidades de estos nuevos millones de consumidores. El fabricante de coches Ford es un ejemplo. La firma ha realizado mejoras en los diseños para los clientes de edad, incluyendo la facilidad de acceso y salida de los vehículos.

En el sector inmobiliario, los senior resort (urbanizaciones donde sólo viven personas de más de 55 años) serán las viviendas más demandadas de aquí a unos años por este segmento de población.Allí disfrutarán de todas las comodidades de un complejo vacacional con las últimas novedades en domótica, instalaciones deportivas, culturales, comerciales o servicios de asistencia.

En el ámbito del hogar, Oxo, fabricante de utensilios de cocina, produce ya más de 350 productos con asas de hule para evitar que se resbalen y mangos elípticos para garantizar una sujeción segura. La firma de electrodomésticos Whirlpool ha diseñado una lavadora con puerta frontal montada en una base elevada para evitar el dolor de espalda al agacharse a meter o sacar la ropa.

Los inmigrantes, por su parte, vienen revolucionando el mercado español desde hace algunos años. Representan ya el 20% de los nuevos clientes de Vodafone y uno de cada tres de los recién llegados a La Caixa. El 30% de las hipotecas de Tecnocasa son para extranjeros, así como el 15% de las de Caja Madrid. Según el informe de Bankinter, este colectivo representa el 9% de las ventas de coches usados y en algunas compañías llega al 50%, como en Fualsa, especializada en furgonetas de segunda mano.

Las cifras ofrecen sólo una idea del potencial de consumo de los casi 4,5 millones de inmigrantes que viven en España y que, según las previsiones, llegarán a los 5,7 millones (el 12,6%) en 2010.

Esto motiva aún más a las empresas de sectores como el de la telefonía, el inmobiliario, el financiero, el asegurador o el de gran consumo, que ya ofrecen buenos ejemplos de cómo adaptar los servicios a este segmento concreto.

Un caso de éxito es el de Carrefour, que desde 2006 ofrece productos tradicionales de distintos países. Por su parte, las compañías aéreas EasyJet, Ryanair e Iberia han abierto nuevas rutas hacia países como Marruecos, Rumanía o Polonia y han lanzado tarifas muy asequibles para estos públicos.

También las agencias de publicidad comienzan a especializarse en el denominado marketing étnico. Los grandes anunciantes ya están desarrollando divisiones específicas para estos consumidores e incluso empiezan a consolidarse agencias especializadas en publicidad para inmigrantes, como Minority.