La propuesta del PSOE para otorgar a los inmigrantes el derecho al voto en las elecciones municipales tiene una salvedad importante. Los beneficiarios sólo serán los ciudadanos de aquellos Estados con los que España pueda firmar acuerdos de reciprocidad; esto es: que los españoles residentes en ellos puedan también votar en sus elecciones locales. Esa exigencia figura en el artículo 13.2 de la Constitución.

Debido a ello, sólo una parte de los 1,3 millones de inmigrantes mayores de edad que residan en España en 2011, año en el que se celebrarán los próximos comicios locales, podrán introducir la papeleta en la urna. Y la mayoría serán latinoamericanos.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores reconocen dificultades para que Estados como Marruecos (del cual procede la mayor colonia de extranjeros no comunitarios) se presten a un acuerdo de ese tipo. Y menos aún los del África subsahariana u otros como Pakistán, India o China.