Mauritania permite la salida de cayucos como represalia a la actitud de España

El Día, DORY MERINO, Tenerife, 05-07-2008

España no ha logrado que Mauritania renueve el acuerdo de readmisión de inmigrantes, después de que el que estaba vigente expirara el pasado mes de junio, sino que, según fuentes diplomáticas consultadas por EL DÍA, se ha tenido que conformar con un asentimiento de cabeza y la palabra del Gobierno mauritano.

La aparente “luna de miel” entre Mauritania y España, que se había materializado en una férrea colaboración entre ambos países para controlar la inmigración clandestina, parece que se ha roto. Tal y como han manifestado a EL DÍA observadores internacionales que investigan en las dos orillas el fenómeno migratorio, el enfado y las tensiones existentes entre el gobierno mauritano y el español se reflejan en que el país africano está permitiendo ahora la salida de algún cayuco rumbo a Canarias.

Estas conclusiones se corroboran con las últimas embarcaciones que han alcanzado las costas canarias, procedentes de Mauritania con toda seguridad, excepto la del último domingo de junio, que partió, probablemente, de alguna zona de Senegal.

En cambio, las restantes que han llegado en los últimos días habían salido desde la costa mauritana, aunque con personas de varios países subsaharianos, como Mali o Ghana, entre otros.

Según las mismas fuentes internacionales, España no ha logrado que Mauritania firme en papel el acuerdo de readmisión de inmigrantes para otro año, después de que el que fue firmado para el curso 2007/2008 expirara el pasado mes, sino que se ha tenido que conformar con un asentamiento de cabeza y la palabra del Gobierno mauritano.

Asimismo, afirmaron que la misma situación se ha producido en otros países africanos.

Otro de los motivos del enfado, en opinión de las mismas fuentes, se refiere a que, hasta ahora, los inmigrantes que eran repatriados desde el Archipiélago eran trasladados al centro de Nuadibú (Mauritania), reconstruido el año pasado por España en un antiguo colegio, pero organizaciones como Amnistía Internacional (AI) han denunciado que esa infraestructura ha quedado reducida a “dos celdas” donde convivían 62 personas cuando esta ONG realizó una investigación y constató que no tenían permitido salir de ese espacio, donde hay un urinario, ni recibir a un abogado.

Esta organización también criticó que los acuerdos de readmisión con Mauritania “no incluyen ni una cláusula sobre derechos humanos”, al tiempo que solicitó al Gobierno que ponga fin a “las expulsiones colectivas haciendo que se examine cada caso con asistencia letrada”.

Ante estas denuncias, el Ejecutivo español manifestó que en ningún momento había presionado “ni a Mauritania ni a ningún otro gobierno soberano” para que endureciera su política de inmigración.

En cambio, AI recriminó que los policías del país africano “pegan, insultan y roban” a los inmigrantes y los mantienen en condiciones de “hacinamiento total” en el centro de retención de Nuadibú, al norte del país.

La instalación recibe de media entre 200 y 300 internos al mes, que permanecen de entre dos y tres días, ya que “los quieren fuera lo más rápido posible y en cuanto se juntan 20 ó 30 los meten en un autobús” camino de la frontera.

En la misma investigación se precisa que fletar cada autobús “tiene un coste de entre 800 y 1.000 euros”, las autoridades mauritanas dicen que la financiación procede de “fuentes internacionales” y España manifiesta una “opacidad total” al respecto, según AI, quien se pregunta de dónde sale el dinero para pagar estas “expulsiones colectivas”.

Las instalaciones fueron reformadas con fondos de la cooperación española y adaptadas como centro de inmigrantes. La organización denuncia que, sin embargo, cuando la gestión fue transferida al Gobierno de Mauritania “desapareció” toda la aportación española. La realidad es que los inmigrantes han desistido de salir en cayuco desde puntos que se encuentren más al sur de Senegal, por los peligros que acarrea esta ruta y prefieren desplazarse por tierra hasta países del norte, como Mauritania, para buscar alguna expedición. Por este motivo, en Mauritania existen bolsas de inmigrantes de otros países.

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