Los intentos de las instituciones forales por rebajar el grado de conflictividad existente en los centros de menores tutelados no acaba de dar sus frutos, a la vista de los incidentes y altercados que se vienen registrando en los últimos meses. El último episodio sucedió ayer por la mañana en un hotel de Lazkao que funciona como lugar de acogida de menores inmigrantes de origen magrebí.

Los intentos de las instituciones forales por rebajar el grado de conflictividad existente en los centros de menores tutelados no acaba de dar sus frutos, a la vista de los incidentes y altercados que se vienen registrando en los últimos meses. El último episodio sucedió ayer por la mañana en un hotel de Lazkao que funciona como lugar de acogida de menores inmigrantes de origen magrebí. En una de sus habitaciones se originó un incendio intencionado y provocó heridas en uno de los internados cuando intentaba escapar del fuego.

El incendio se desató a las 9.45 en un cuarto utilizado como almacén y situado en el primer piso del hotel Soinua. En este establecimiento, ubicado en el barrio Zubierreka de Lazkao, residen nueve menores gracias al acuerdo alcanzado por el propietario y la Diputación guipuzcoana para acoger a menores inmigrantes no acompañados.

La institución foral aseguró ayer que se estaban investigando las causas del siniestro, aunque admitió que todo apuntaba a que fue “intencionado y provocado por una persona”. Al parecer, uno de los chavales roció con disolvente un colchón al que posteriormente dio fuego. Las llamas afectaron a la habitación y el humo se extendió por toda la planta, sin producir daños en la estructura del edificio, según la Diputación.

Un persona tuvo que ser atendida por los servicios médicos de las heridas que se produjo al saltar por una ventana de la vivienda para escapar del incendio, que fue rápidamente controlado por los bomberos.

El Departamento de Política Social, encargado de la tutela de estos menores, procedió esa misma tarde a trasladarles a otros centros que tiene en esta provincia. La Diputación, que cuenta con 30 centros de este tipo, atendió durante 2007 a 1.350 menores no acompañados (1.100 guipuzcoanos y 250 extranjeros) y hasta el pasado 31 de mayo ya se había alcanzado la cifra de 1.258 asistidos.

Esta institución calificó lo ocurrido de “comportamiento vandálico” y aseguró que mantendrá “una actitud firme” con “los menores que causen problemas en los centros de atención” como el ocurrido ayer en Lazkao. “Los menores que tutelamos por obligación legal tienen su derechos, pero también sus obligaciones”, subrayó la Diputación tras destacar que son una “absoluta minoría” los chavales que cometen actos de este tipo.

Hechos de esta naturaleza se ha repetido a lo largo de los últimos meses. El pasado 7 de febrero fue incendiado el albergue de Segura y cuatro menores fueron detenidos. Dos días después se quemó el centro de acogida de Arcentales (Vizcaya), donde resultaron heridos dos chicos y un vigilante. El 2 de marzo fue incendiado el centro de menores, aún sin estrenar, de Igeldo (San Sebastián), y cuatro días más tarde el fuego se originó en una pensión de Astigarraga donde vivían menores tutelados, tres de los cuales resultaron heridos.

Vecinos de Tolosa se han quejado en repetidas ocaciones por los problemas que originan los chavales que residen en el centro de esta localidad. También se dio una fuerte polémica por las condiciones de hacinamiento en que vivían los menores extranjeros en el centro Zabaltzen de Vitoria, lo que provocó la intervención del fiscal jefe de Álava. Al parecer. en este edificio llegaron a convivir alrededor de 36 personas, cuando estaba preparado para acoger a una docena.