jose.carreno@eluniversal.com.mx

La preocupación por los problemas de seguridad en la frontera común es una de las marcas de la campaña presidencial del republicano John McCain y asoma de forma preponderante en su actual visita a México.

Cárteles de la droga han tomado básicamente el control de algunos pueblos en la frontera con México, señaló McCain en una entrevista con la televisión estadounidense, que promete a sus conciudadanos que de ser electo aseguraré la frontera.

Pero McCain ha sido también enfático en que es necesario apoyar al gobierno mexicano en su lucha antidrogas, una cuestión que ahora es dramatizada por reportes sobre incursiones de sicarios de cárteles mexicanos en el lado estadounidense de la frontera.

De hecho, hace apenas dos semanas un comando disfrazado como un grupo táctico de la policía de Phoenix protagonizó un raid contra un traficante jamaiquino en esa ciudad y le dio muerte.

Su forma de actuar hizo creer en principio que eran ex miembros del Ejército mexicano, pero luego se supo que tres detenidos lo negaron.

No es de extrañar, pues, es el tipo de actividades que el veterano legislador y héroe de guerra desarrollará en México.

La preocupación por la seguridad de la frontera con México pasó en Estados Unidos de la alarma por la posible llegada de terroristas a inconformidad por lo que la derecha considera como pérdida de control significada por la entrada de cientos de miles de inmigrantes indocumentados a alarma por los problemas derivados del narcotráfico y el crimen organizado en zonas fronterizas entre los dos países.

McCain no sólo es senador por un estado fronterizo, sino que en su plataforma política hace notar que el reciente debate migratorio mostró que los estadounidenses tienen poca fe en que su gobierno hará lo necesario para proteger sus fronteras.

La cuestión es tanto más sensible para McCain, senador por Arizona, porque su participación en una propuesta de reforma migratoria incluyente casi le costó la candidatura presidencial y aún ahora, cuando ha variado su lenguaje y que la seguridad fronteriza contribuirá a resolver el problema de migración, aún es criticado por grupos nativistas.

Pero es el tema de drogas y protección fronteriza lo que lleva a McCain no sólo a expresar su abierto respaldo a la lucha antidrogas del presidente Felipe Calderón, a la que se refirió recientemente como titánica para luego puntualizar ante un auditorio compuesto por latinos que tenemos que ayudar a los mexicanos y ayudarlos a pelear esta guerra contra los cárteles de la droga.

La visita de McCain es ciertamente una etapa más en su campaña por la Presidencia estadounidense como la de Barak Obama lo será en su momento, pero su temática se combina con sus preocupaciones como senador fronterizo.

 
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