La Organización de Estados Americanos (OEA) acordó ayer crear una misión de alto nivel para reunirse con parlamentarios de la Unión Europea (UE), y dialogar sobre la ley de expulsión de inmigrantes indocumentados aprobada por el Europarlamento.

Reunidos en Washington a petición de Perú, representantes de 34 países encomendaron al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que conforme una «misión de alto nivel de los Estados miembros de la OEA para reunirse con la UE y obtener información de primera mano sobre la Directiva de Retorno».

En su resolución, los países americanos expresaron su «preocupación por las leyes y medidas adoptadas por algunos Estados que pueden restringir los derechos humanos y libertades fundamentales de los inmigrantes».

La reunión de ayer sirvió también para que el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, plantease a Europa una moratoria en la aplicación de la nueva normativa de inmigración, hasta que los inmigrantes ilegales se legalicen.

La norma del Europarlamento, aprobada el 17 de junio, dispone una detención de hasta 18 meses de los inmigrantes que no quieran partir por propia iniciativa y una prohibición de cinco años de regresar a la UE. El plazo de detención podría variar según las leyes de cada país. La norma ha recibido un rechazo generalizado en América Latina, lugar de origen de millones de inmigrantes.

Además de García Belaúnde, en la reunión en la OEA participaron los cancilleres de Colombia, Fernando Araújo, y de Paraguay, Rubén Ramírez, y los embajadores de los demás países miembros, incluidos los de EE.?UU. y Canadá.