REPORTAJE

Cuando el dolor habla otro idioma

La empresa guipúzcoana Dualia ha desarrollado un innovador servicio de traducción simultánea implantado en centros sanitarios de toda España

El País, KARIM ASRY, 27-06-2008

Todos los días, el doctor Germán Moreno se encuentra con que muchos de sus pacientes en el servicio de urgencias del Hospital de Cruces no son capaces de explicarle sus dolencias. Recurren a signos, señalando el punto del dolor, pero sin poder explicar sus síntomas: si el dolor es agudo, si lleva una semana arrastrándolo o si empieza en la garganta y se extiende por todo el pecho. No pueden, simplemente, porque muchas de las 116.650 personas extranjeras instaladas en Euskadi no hablan su idioma.

“¿Podrías preguntarle al paciente si ha sido operado recientemente o si es alérgico a algún medicamento?”, solicita Moreno a su interlocutora, una traductora del servicio Dualia, adoptado por el centro hospitalario a principios de año. La intérprete intenta así rescatar un historial clínico que los inmigrantes rara vez traen consigo cuando vienen de sus países de origen. “Lo del idioma es todo un reto”, confirma el médico, ya familiarizado con la tecnología, también implantada en el hospital de Basurto. “Y aunque hasta ahora los latinoamericanos han sido mayoría, cada vez tenemos más pacientes con otras lenguas. Debemos asumirlo con normalidad y aprender a interactuar con ellos a pesar de las barreras del idioma”, añade.

La idea de crear un servicio de traducción telefónico surgió, como muchas, de la necesidad. Diego Antonio Ramírez, consejero delegado de Dualia y propietario de una empresa de máquina – herramienta, estaba cansado de pagar 600.000 de las antiguas pesetas para llevarse un traductor cada vez que iba a montar una máquina en un país extranjero. Así que inventó un simple auricular que permite a dos personas interactuar con el mismo teléfono móvil y conectarse con un equipo de teleoperadores que asignan el traductor adecuado las 24 horas del día. De esta forma nació esta empresa guipuzcoana, con sede en Aretxabaleta, cuyos servicios ya están implantados en una treintena de centros sanitarios (entre hospitales y ambulatorios), unos 200 centros de acogida y es utilizada por unas 50 empresas a nivel nacional, según sus responsables.

“La población que no habla ni euskera ni castellano ha aumentado de forma exponencial y en las oficinas de atención al ciudadano se ralentizaba mucho el servicio cuando aparecía un caso complejo”, señala Teresa Alba, directora de Relaciones Ciudadanas del Ayuntamiento de Bilbao, que ha implantado también este servicio en sus áreas de Mujer y Acción Social. “Le dimos muchas vueltas a cómo resolverlo, ya que formar a la gente en idiomas es muy caro. Y nos lanzamos con Dualia porque el riesgo era pequeño y el beneficio muy alto”. Para hospitales y servicios sociales, la propuesta supone resolver a precio razonable una cuestión que hasta ahora se ha ido solventando con improvisación. Y permite al médico o a la asistente social saltarse el paso intermedio de un traductor familiar que no siempre cuenta las cosas como son.

“Un marido que maltrata a su mujer no va a traducir tal cual las palabras de su esposa que no sabe castellano. El móvil no sólo abarata la traducción, sino que da movilidad y confidencialidad”, resalta el consejero delegado de Dualia. Ramírez apuesta por “abaratar y agilizar los servicios de traducción”, por convertir su empresa en la traductora de bajo coste por excelencia. Dualia, que consiguió el tercer puesto en el apartado autonómico del premio Emprendor XXI, facturó 300.000 euros el pasado año y tiene previsto entrar en beneficios este año con 1,5 millones de facturación.

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