El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aseguró ayer que España alargará el periodo de retención de inmigrantes irregulares desde los 40 hasta los 60 días, también en los centros de Canarias, pero no aplicará “en su plazo máximo” la Directiva de Retorno aprobada el pasado miércoles en la UE.

“En España esta directiva no se desarrollará en el máximo de tiempo que propone”, dijo Corbacho, tras recordar que la iniciativa europea en materia de inmigración establece que los inmigrantes ilegales podrán ser retenidos hasta un periodo máximo de 18 meses mientras se tramita su repatriación.

“España no quiere inmigración ilegal y para ello es necesario un procedimiento de retorno”, dijo Corbacho, para quien en dicho procedimiento “debe estar siempre presente el respeto más absoluto y las garantías jurídicas”.

La aprobación de esta directiva de retorno, que endurece las medidas contra la inmigración ilegal en Europa, ha provocado reacciones muy contrarias, sobre todo en los países de los que proceden los inmigrantes.

En este sentido, Corbacho consideró que los países de origen tienen que entender que los países de destino tienen necesidad de regular a los inmigrantes, sin perder de vista la solidaridad y cooperación al desarrollo.

En cuanto a las declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en las que amenazó con suspender los envíos de petróleo a Europa si se aplica la directiva, el titular de Trabajo e Inmigración dijo que “las cosas hay que llevarlas al nivel diplomático”, al tiempo que se mostró convencido de que “serán las buenas relaciones entre Europa y Latinoamérica las que presidan el futuro”.