La inscripción de ciudadanos extranjeros en el Padrón Municipal ha mantenido una tendencia de gran incremento en los últimos cinco años. Así, según el censo hasta el 1 de enero de 2003, los inmigrantes afincados en los municipios españoles sumaban un total de 2.664.168. Desde entonces esta cifra ha ido aumentado cada año, espoleada al principio por la etapa de bonanza económica que atravesaba el país, a un ritmo aproximado de medio millón de nuevos residentes sin nacionalidad española. Así, se sobrepasaron los tres millones de extranjeros en 2004 y los cuatro millones en 2006.

En 2008, España ha sobrepasado la barrera de los cinco millones (el once por ciento de la población) después de que el año pasado fuera la que registrara más inscripciones de foráneos en el padrón desde el cambio de siglo, con 701.023 registros. Esta cifra supera la de 2001, hasta ahora el año con una tasa mayor de domiciliación de extranjeros, con algo más de 600.000 nuevos inscritos en los censos poblacionales, el mismo número de foráneos que habitaban en nuestro país hace quince años.