Limitar reagrupación familiar, entre planes de gobierno español

El Universo, 20-06-2008

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Directiva Retorno de UE fue rechazada  en A. Latina al prever cárcel de 18 meses a indocumentados.

Mientras Trinidad Jiménez, secretaria para la Cooperación Iberoamericana de España, decía ayer en Quito que los ecuatorianos no deben sentir temor por las medidas que su país adopte en el marco de la Directiva de Retorno, aprobada por la Unión Europea, el ministro de Trabajo e Inmigración español, Celestino Corbacho, admitió la decisión de abordar el tema con mayor contundencia.

Corbacho cree que en un escenario de desaceleración económica es indispensable ofrecer a los inmigrantes la posibilidad de retornar por voluntad a sus países de origen, con incentivos económicos y garantizar la sostenibilidad de la prestación de servicios, restringiendo las reagrupaciones al núcleo familiar (cónyuge e hijos menores de 18 años) y excluyendo a padres y a suegros. La ecuatoriana es en cifras la segunda migración en España, tras la marroquí.

De los migrantes que llegaron, 31 tienen antecedentes por diferentes delitos en el país ibérico.

Un grupo de 42 ecuatorianos, integrado por 4 mujeres y 38 hombres, llegó a Guayaquil la noche del pasado miércoles expulsado de España. Unos fueron deportados por no tener documentos de residencia y otros por cometer infracciones o delitos en ese país.

Los migrantes llegaron alrededor de las 20:00 en un avión contratado por el gobierno español y la Comunidad Europea, explicó la fiscal de Asuntos Migratorios del Guayas y Galápagos, Mónica Rivera, quien tomó procedimiento del caso.

Después de pasar los controles en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, los expulsados fueron trasladados a eso de las 20:30 en un bus a la Policía de Migración del Guayas para el trámite de rutina de registro de identidad y verificación de antecedentes personales.

Sin embargo, la fiscal dispuso que este procedimiento se realizara en la Policía Judicial del Guayas, adonde fueron llevados los migrantes en el mismo bus. Sus padres, hijos, hermanos o esposos que los esperaban afuera también se movilizaron hacia esa dependencia policial.

En el lugar la mayoría de los deportados se quejó por supuestos malos tratos. “Nos subieron amarrados al avión como si fuéramos delincuentes”, señaló con acento español el mantense (Manabí) Marco Márquez Cedeño, quien mostró un pedazo de cuerda con la que asegura le ataron las manos. No especificó en qué circunstancia fue detenido, pero aclaró que trabajaba en la ciudad de Barcelona poniendo tatuajes desde hace doce años.

Édgar Guananga Armijos, detenido y deportado desde Madrid, según dijo por conducir a exceso de velocidad, aseguró que el gobierno español ha incrementado las redadas contra los extranjeros indocumentados desde hace dos meses.

El migrante de 24 años contó que hace dos dejó su cantón natal Pallatanga (Chimborazo) y emigró a España para conseguir un trabajo. “Laboraba de conductor en Madrid, pero me quedé sin trabajo”, contó.

Rommel Quiroga, también deportado de España, expresó que las autoridades de ese país están expulsando a los extranjeros por la mínima infracción. “Lo que antes se sancionaba con una multa ahora se castiga con expulsión”, señaló. El quiteño de 22 años volvió después de 6, luego de  ser acusado de malos tratos a su pareja.

Por su parte, Henry Valenzuela López, de 34 años y oriundo de Naranjal (Guayas), comentó que él se fue hace cinco años a España porque en Ecuador no tenía trabajo. “En Murcia laboraba como albañil, pero últimamente no había trabajo por la crisis inmobiliaria”, explicó y aclaró que lo arrestaron por indocumentado.

Según un listado entregado a este Diario, 31 de los 42 ecuatorianos que llegaron estaban acusados en España de delitos como malos tratos en el ámbito familiar, robo con violencia, lesiones, falsificación y abuso sexual. Rivera confirmó que ninguno tenía procesos en Ecuador y por esa razón quedaron en libertad  pasadas las 22:00.

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