| EFE

Empresarios tramitaban contratos legalizados y al final en España los hacían firmar la renuncia. 

La Guardia Civil española desmanteló en la ciudad de Segovia (centro) una red de falsificación de contratos de trabajo a extranjeros, en un operativo donde se detuvo a once personas.

Los arrestados intervinieron, presuntamente, en la falsificación de más de 400 contratos en los últimos tres años, según informó ayer la Policía.

La operación, denominada Pasarela, reveló un entramado con sede en Segovia y ramificaciones en distintas provincias de España.

Las investigaciones se iniciaron en diciembre del 2007, cuando se detectaron contratos irregulares de empresarios de la construcción con extranjeros que, una vez en España, no efectuaban la función laboral por la que fueron contratados.

Las investigaciones descubrieron que los trabajadores pagaron de $ 10.000 a 17.000 en sus países por sus contratos.

Luego, se averiguó que un empresario español, otro ecuatoriano y otro marroquí con residencia en Segovia, obtenían beneficios facilitando los contratos a personas principalmente de origen marroquí, aunque también se detectaron trabajadores búlgaros, colombianos y ecuatorianos. Al detenido ecuatoriano se lo identifica como P.V.U.V., de 26 años.

Asimismo, se localizaron 31 posibles víctimas –entre ellas siete marroquíes, un búlgaro, un ecuatoriano y dos colombianos–, que pagaron por sus contratos de trabajo y que en algunos casos no laboraron ni un día en la empresa contratante.

Tras recibir el pago, en efectivo y a un intermediario, tramitaban la documentación para ir a España, donde los migrantes descubrían que no disponían del trabajo, por lo que debían buscar otros medios para subsistir y cumplir con los pagos para sus deudas.

Los detenidos obligaban a firmar a los foráneos un documento que no entendían y que era la renuncia de la empresa, para así justificar la ausencia ante una inspección.