Una mujer y su hijo, asesinados en una reyerta por drogas en Tarragona

La Policía detiene a un cómplice y busca a dos hermanos como presuntos homicidas

La Razón, María Molins, 20-06-2008

María Molins
Barcelona – como si se tratara una película de Tarantino, los vecinos de la ciudad de Tortosa (Tarragona) se despertaron ayer en el escenario de un doble crimen. Concepción G.G., de 54 años, y su hijo José Manuel S.G., de 28, fueron asesinados a puñaladas y disparos, el miércoles por la noche en una supuesta compraventa de droga. La Policía Nacional, que investiga el caso, detuvo ayer por la mañana a Antonio G.M., de 18 años, como presunto cómplice de los asesinatos y busca a dos hermanos de raza gitana como principales sospechosos.
Dos asesinos
Los hechos ocurrieron el pasado miércoles entre las diez y las once de la noche en un piso ubicado en el casco antiguo de la ciudad de Tortosa, cerca de la catedral. Sobre esa hora se encontraban en el inmueble de la calle Costa de Capellans las dos víctimas, madre e hijo, de etnia gitana, para adquirir droga. Según fuentes policiales, en un momento determinado, se produjo una discusión sobre el precio entre las dos víctimas y varias personas, que acabó con la muerte de la mujer por heridas de arma blanca y del hijo por arma de fuego. Según los primeros indicios, los presuntos agresores dispararon con una escopeta al hijo y después acuchillaron a la madre cuando trató de defenderlo. El joven fallecido había salido de la cárcel hacía una semana y contaba con un largo historial delictivo, en su mayoría compuesto por robos.
La Policía continuaba ayer buscando a los dos presuntos autores de los asesinatos, dos hermanos también gitanos, que fueron identificados y que huyeron del lugar. La Policía Nacional sólo logró detener en la mañana de ayer a un joven de 18 años, que podría haber participado en el doble homicidio en calidad de cómplice.
Los vecinos del casco antiguo de Tortosa no se sorprendían de los hechos ocurridos por la zona dónde sucedieron. «Aquí hay mucho de esto, entre gitanos y gente que no es de aquí, hay de todo… ¡No se puede estar tranquilo!», comentaba una vecina del bar Matadero, cercano a la calle Costa de Capellans.
«Este suceso lo vemos como algo lejano los vecidos de Tortosa de toda la vida, ya que ha ocurrido en el casco antiguo, una zona muy problemática y abandonada donde ahora viven los inmigrantes», lamentaba otra de las vecinas.
Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Tarragona, Teresa Pallarés, lamentó ayer los hechos ocurridos y pidió que se deje actuar a la Policía.
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