El candidato demócrata no acepta fondos públicos para financiar su campaña

Una nueva polémica ha salpicado la campaña de Barack Obama. Dos mujeres musulmanas denunciaron que les pidieron que no se sentaran tras el podio momentos antes de que comenzara un mitin del candidato demócrata. ¿La razón? No querían que salieran por televisión con el tradicional velo que les cubría las cabezas.

El incidente ocurrió el lunes en Detroit, pero saltó a la prensa el miércoles. La campaña del senador afroamericano se distanció de lo ocurrido echando la culpa a los voluntarios que organizaron el acto. Señaló que «es un error que no se volverá a repetir» y que no refleja el talante de Obama. Para dejar clara su postura, difundieron imágenes en las que el candidato aparece junto a simpatizantes musulmanas que también visten velo.

Los conservadores no dudaron en decir que el episodio pone en entredicho las proclamas a favor de la integridad y diversidad del senador de Illinois. Esta no es la primera vez que se ve atacado por cuestiones similares, lo que lo ha llevado a poner en marcha una campaña de imagen para aclarar los rumores sobre sus creencias religiosas o su escaso patriotismo.

Por otro lado, Obama anunció ayer que ha decidido no aceptar dinero público (unos 80 millones de dólares) para financiar la recta final de su campaña, por considerar que el sistema público de financiación «está roto». El candidato demócrata ha batido récords de recaudación. Así, desde enero del 2007 ha recibido donaciones por más de 272 millones de dólares. Esta cantidad contrasta con los 100 millones conseguidos por la campaña de su rival republicano, John McCain.