En concreto, durante el año pasado se atendieron a 43.614 personas, el 54% mujeres y el 46% hombres, y se realizaron más actuaciones médicas ( faringitis, amigdalitis crisis asmática y demás infecciones respiratorias) que de enfermería (cortes, heridas o quemaduras).

A pesar de que la media de atenciones diarias ronda las 40 personas, se ha producido una «sensible» bajada de asistencia de público que «directamente tiene que ver con los años en los que la afluencia turística también se ha ido aminorando», ya que «es un servicio con grandes dosis de estacionalidad y acuden muchos turistas», explicó ayer el concejal de Sanidad, Denis Itxaso. En este sentido, en agosto se produce el mayor número de atenciones, «algo normal debido a la afluencia de visitantes a la ciudad y los acontecimientos festivos». Más allá de los turistas que visitan la ciudad, el concejal apuntó que «siguiendo la tónica de años anteriores, continúa el aumento significativo de asistencia a personas extranjeras, no turistas y procedentes de países tanto sudamericanos, (Colombia, Ecuador, etc.) así como de países del este, fundamentalmente de Rumania».

La lista de patologías que tratan los médicos de la Casa de Socorro es tan larga como diversa, aunque las personas que se acudieron el año pasado lo hicieron, en su mayoría, por sufrir una faringitis o amigdalitis, contusiones o una enfermedad infecciosa. Los cortes, heridas, quemaduras, curas e inyectables se realizaron en menor medida. De estas intervenciones, un 2% de los pacientes fueron derivados a un centro hospitalario por precisar de algún estudio complementario.

Un dato relevante que destacó Itxaso fue la demanda de medicación postcoital. «El año pasado se administraron 1.400 tratamientos postcoitales . ¿Por qué acuden aquí? Es un centro cercano, discreto y comprendo que se haga uso de él».

En cuanto al número de reconocimientos médicos realizados ha aumentado. Fueron 1.163, de los cuales un 75% han requerido la realización de partes judiciales, provocados por algún tipo de agresión.