Los nuevos ritmos africanos se abren paso en el Sónar

El Periodico, JORDI BIANCIOTTO, 16-06-2008

Cuando el Sónar celebró su primera edición, en 1994, la música electrónica tenía capitales como Detroit, Chicago, Manchester y Berlín. Pero la globalización se manifiesta también en el campo de las músicas avanzadas, y urbes como Luanda, Kinshasa y Casablanca se suman al mapa de la modernidad. De Angola, Congo y Marruecos vienen, respectivamente, Buraka Som Sistema, Konono n° 1 y Dj Key, los fichajes más exóticos del Sónar – 08.
El festival mira hacia el sur y amplía márgenes, como ya hizo el año pasado con la programación del grupo puertorriqueño de reggaeton Calle 13. La propuesta de Buraka Som Sistema, un trío de productores con voces invitadas, no está muy lejos de aquella: los angoleños defienden el kuduro (contracción de culo duro), un género musical callejero de alto poder bailable, producto del choque de sonidos tradicionales y electrónica. Funde ritmos de hip – hop, house y raggamuffin, y añade guiños tropicales y textos con carga social.

NIETOS DE LA INMIGRACIÓN
Destapada en Europa por el francés Frédéric Galliano en su disco Presents kuduro sound system (2006), esta música de baile epiléptico ha crecido en el corredor aéreo Luanda – Lisboa, espoleada por los nietos de la descolonización de Angola. Una canción, Yah!, es la impactante tarjeta de presentación de Buraka Som Sistema, pero el trío tiene listo su primer disco, Black diamond, que saldrá este verano e incluirá la colaboración de M. I. A.
Konono n° 1 tiene mucho más presente la tradición y presenta un formato orgánico, con percusiones artesanales e instrumentos tradicionales (algunos, electrificados), coros y cuerpo de baile. Pero la textura de sus ritmos de trance, con raíces en el género bazombo, ha dado alas a la etiqueta de congotronics. En el 2006, la BBC dio a este grupo creado en los años 80 uno de sus premios de world music y apuntó que suena “como Franco (malogrado cantante y compositor congoleño) improvisando con The Velvet Underground”.
Y el Magreb se cuela en el Sónar a través de Khalid Douache, es decir, Dj Key. Un pionero del hip – hop en Marruecos a través del colectivo Original Hip – Hop, que creó en el 2001, y de su actividad como discjockey, plasmada en varios discos. Nacido en Casablanca e instalado en Agadir, cruza ese género con aportaciones locales, cuenta con un sello discográfico (Funky Noise) y pincha en Francia, Holanda y España. Es, junto a sus colegas de continente, el rostro de la apertura de fronteras del Sónar – 08. Para todos ellos circula ya una discutible etiqueta: third world beats.

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