Antes que volver me mato, no puedo volver ahora, mi familia depende de mí», clamaba a SUR Mahmoud, uno de los 33 inmigrantes de Bangladesh que escapó del CETI en protesta por la deportación de otros tantos compatriotas. La presión mediática y el apoyo de oenegés de Madrid, logró que estos 33 hombres, en su mayoría jóvenes, esquivaran la deportación y fueran trasladados a la Península, la mayoría de ellos al madrileño barrio de Lavapiés. Y su aventura, de Bangladesh a Lavapiés pasando por los montes de Ceuta, llegará ahora a las pantallas de cine en forma de documental. Así lo anuncia la web ‘Bottup’ un periódico digital que elabora una red social de periodistas ciudadanos, “www.bottup.com”.

La historia de los 33 bangladeshíes que lograron cruzar el Estrecho después de una huelga sin precedentes en Ceuta es el principal argumento del próximo documental de los cineastas Agatha Maciaszek y Alberto García Ortiz, tras ‘A ras de suelo’, documental en el que ya retrataron la vida de los vecinos del barrio madrileño de Lavapiés ante el proceso de transformación.

Según narra uno de los directores del fil a la citada web, se propuso a los propios inmigrantes que «dramatizaran» su odisea hasta llegar a Ceuta. «Al día siguiente nos entregaron un primer guión en el que exponían las causas que les llevaron a emigrar, cómo se lo comunican a sus familias y reúnen el dinero para pagar a las mafias el coste del viaje. También reflejaban la dureza de la travesía por el desierto de Argelia, por ejemplo, o los engaños que sufren al llegar a su destino y comprobar que aún no están en la Península, de la que les separa el Estrecho de Gibraltar».

«Grabamos las dramatizaciones con los propios inmigrantes, algo que les sirvió de terapia de grupo. Contaron su historia en primera persona. Incluso ellos mismos interpretaron a los distintos actores que intervienen en los procesos migratorios, desde los angustiados familiares que esperan noticias hasta los inhumanos mafiosos que los engañan y les reclaman cada vez más dinero conforme se acercan al final del trayecto», explican.

Los autores aún están buscando también la financiación necesaria para seguir adelante con el proyecto y esperan lograr la colaboración de una productora que decida implicarse en la iniciativa. DE momento están con la traducción y adaptación de la historia de los bangladeshíes. Los responsables del audiovisual barajan la posibilidad de grabar parte de la película en Bangladesh, el lugar del que parte la historia.

Y es que no es para menos. La aventura de todos y cada uno de los inmigrantes que pasan por Ceuta es una escalofriante película. Y la de Mahmoud no es menos. Según narró a SUR, Mahmoud salió de Dacca, capital de Bangladesh, el país más pobre del mundo (con permiso de Haití) a principios de 2004. Un año y medio después, en junio de 2005, se colaba en Ceuta a nado desde un barco pesquero marroquí. Atrás quedaba un viaje eterno en un barco desde Bangladesh a Mali y una travesía infernal por el desierto del Sahara, caminando día y noche para alcanzar Mauritania. Y de allí a Marruecos, donde pasó casi un año confinado con otras 18 personas «en una habitación pequeña», contaba a SUR en un correcto español aprendido en el CETI.

Tras cuatro meses de rebelión en el monte, los inmigrantes lograron el compromiso de las autoridades españolas de permitir su traslado a la Península siempre y cuando lograran un contrato de trabajo. Esa es ahora la verdadera aventura para estos 33 bangladeshíes.