Frente al radicalismo verbal del que hace gala un dirigente como Berlusconi, desde Catalunya se apuesta por políticas basadas en el pragmatismo. En esa línea, la consellera de Acció Social i Ciutadana, Carme Capdevila, defendió ayer la necesidad de facilitar permisos de residencia y trabajo temporal a los inmigrantes sin papeles que tienen una orden de expulsión que no se hace efectiva. “Lo que pedimos – precisó la consellera- es una solución, que no significa papeles para todos, sino el acceso al mercado de trabajo de manera provisional hasta que se resuelva la situación de estos inmigrantes”.

Esta propuesta se encuentra contenida dentro del documento de bases del Pacte Nacional per a la Immigració que se está debatiendo con los distintos agentes sociales y que el Govern de la Generalitat pretende aprobar antes de acabar el año. La consellera explicó que si no hay acuerdo de repatriación con los países de origen no se ejecutan las órdenes de expulsión y aunque exista acuerdo no siempre se hacen efectivas.

Como por otro lado estas órdenes no tienen fecha de caducidad y no prescriben, quien la tiene está condenado a vivir sin papeles y a moverse en la economía sumergida. La misma demanda se extiende en el documento de bases a la población excarcelada con orden de expulsión no efectiva si la resinserción y rehabilitación ha tenido éxito.

Capdevila se ha quejado al Gobierno por los casos de argelinos que han salido libres de centros de internamiento, con orden de expulsión, pese a existir convenio de repatriación con Argelia. Pero por otro lado reconoció que en los últimos meses se han incrementado las “batidas policiales” contra personas sin papeles.

En el documento de base destacan otras propuestas como la petición de que quienes lleguen por reagrupación familiar dispongan del permiso de trabajo, además del permiso de residencia (una petición a la que son reacios los grandes sindicatos a nivel estatal). O el acceso a la nacionalidad española al cabo de cinco años de residencia (ahora son diez).

Tanto la consellera como el secretario para la Inmigración, Oriol Amorós, consideran que las diferencias con las distintas fuerzas políticas “no son importantes”. Capdevila reveló una entrevista con el ministro Celestino Corbacho de la que deduce que “no existen grandes diferencias de fondo” y que el ministerio quiere abrir un debate sobre inmigración en la Comisión Sectorial. Uno de los temas será el de límites a la reagrupación familiar. Capdevila da por descontado que “en próximos años no habrá más regularizaciones”.