MADRID.- La operación troika ha puesto fin a las andanzas de una de las tramas criminales más importantes del mundo. Para el Ministerio del Interior, esta mafia rusa asentada en España es la cuarta más importante de las que actúan en el planeta. Y sospecha que ha ordenado desde sus refugios junto al Mediterráneo decenas de asesinatos.

Las Fuerzas de Seguridad dan por desmantelada la organización mafiosa conocida como Tambovskaya, tras haber detenido a una veintena de sus miembros. En una operación conjunta y coordinada de la Policía, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera, han sido capturados los máximos responsables de esta trama criminal, además de registradas sus viviendas e intervenidas sus empresas y cuentas corrientes.

La satisfacción policial es enorme. Por primera vez se han obtenido pruebas en las que los propios detenidos reconocen su pertenencia a la trama criminal.

La operación se ha llevado a cabo en localidades de Málaga, Madrid, Palma de Mallorca y Alicante. Algunos de los jefes de esta trama llevaban operando en nuestro país desde hace más de 10 años. Otros habían sido detenidos en la anterior operación contra la mafia rusa, del año 2005, y estaban en libertad provisional pendientes de que se fijara la fecha del juicio.

Los responsables de Tambovskaya han dirigido sus actividades desde España durante estos últimos años. Se les acusa, de momento, de blanqueo de dinero y de asociación ilícita. Pero sus actividades más peligrosas se desarrollaban en su país de origen, Rusia, en otros países de la zona de influencia y en Estados Unidos, fundamentalmente.

Ordenaban asesinatos, controlaban el tráfico de armas, extorsionaban, coaccionaban, realizaban tráfico de influencias, cohecho, negociaciones ilegales, contrabando de cobalto, tráfico de drogas, palizas por encargo, amenazas…. Los detenidos tocaban casi todos los artículos del Código Penal. Pero siempre a distancia, mediante intermediarios.

La actuación policial ha incluido también la intervención de determinados despachos de abogados y economistas que trabajaban prácticamente en exclusiva para blanquear el dinero de la mafia rusa.

La trama está integrada por ciudadanos originarios de Moscú y San Petersburgo. La gran mayoría cuenta con antecedentes criminales en la Federación Rusa, así como en otros países de la Unión Europea. Los detenidos habían establecido sus residencias habituales en la zona de Baleares, Levante y la Costa del Sol. El rendimiento económico de las tramas criminales que actuaban en Rusia era canalizado en España mediante asesores jurídico-financieros que actuaban casi con total dedicación para la organización mafiosa. La trama se caracterizaba por la división de tareas y el reparto de papeles.

Su objetivo fundamental en España era blanquear el dinero, integrándolo en el sistema financiero regular mediante ampliaciones de capital y préstamos intersocietarios, tránsitos monetarios a paraísos fiscales e inversiones en otros países, como Alemania. Esta mafia conforma un bloque bastante homogéneo en el que los principales dirigentes han sido, incluso, compañeros de banda en su juventud, comparten responsabilidades y se reparten segmentos de poder. Según la investigación, los detenidos mantenían contacto directo y permanente con la comunidad criminal asentada en su país. Asimismo, eran asesorados por bufetes de abogados y de economistas para ocultar el origen de su capital y blanquearlo. Uno de los detenidos en Madrid es un abogado que trabaja en un despacho del barrio de Salamanca y al que se le considera máximo responsable del entramado jurídico.

Las pesquisas se iniciaron hace dos años. Los efectivos de la Comisaría General de la Policía Judicial (fundamentalmente la Udyco Central) centraron sus investigaciones en varios sospechosos, los que ahora consideran máximos responsables de la trama. Los frutos de esta labor se cruzaron con los de otra investigación de la Guardia Civil sobre otro de los presuntos jefes de la mafia rusa. A partir de ese momento, se inició una actuación coordinada.

Los datos obtenidos sobre los sospechosos fueron contrastados con los facilitados por otros servicios de información. Se ha contado con la colaboración del FBI de EEUU, la Policía Cantonal de Suiza, la BKA de Alemania y, al final del proceso, con las autoridades rusas. Las pesquisas han estado blindadas para evitar filtraciones.

Según explicaron a este periódico fuentes de la investigación, la influencia política de esta mafia en Rusia es «enorme». Estas fuentes señalaron que sus integrantes tienen conexiones al más alto nivel en el Gobierno de aquel país. Por este motivo, los responsables policiales fueron muy cautelosos con su trabajo.

Los cuatro principales responsables son conocidos en sus círculos internos como voryv zakone (ladrón de ley). Los mafiosos detenidos utilizaban en su blanqueo entidades financieras suizas y paraísos fiscales como Chipre o Letonia.

Según estas fuentes, uno de los máximos responsables de la trama, Gennadios Petrov, fue detenido en Mallorca, y otro, conocido por Malyshev, en Málaga. El tercero de los capos detenidos se llama Kuzmine. El cuarto es Vitoli Izgilov, detenido en Alicante.

Interior cifra en 12 millones de euros la suma de las cuentas bloqueadas hasta el momento por la Policía. Además, han intervenido 200.000 euros en metálico, 23 vehículos de lujo, obras de arte e incluso un yate. Según fuentes de la investigación, ha sido detectado ya medio centenar de cuentas bancarias vinculadas a los detenidos y centenares de empresas fantasma.

Como dato curioso, en uno de los registros practicados en Valencia se ha localizado en el interior de un armario un cuadro que, según unos documentos hallados en la vivienda, es obra de Salvador Dalí. Las Fuerzas de Seguridad investigan si los documentos y el cuadro corresponden al pintor catalán.