El 20% de los inmigrantes es titulado superior

Frente a la necesidad de más mano de obra cualificada, se desaprovecha la que proviene de la inmigración

Diario Vasco, MANU MEDIAVILLA, 07-06-2008

«España va a necesitar más inmigrantes de todo tipo para que su economía y desarrollo no se detengan», recalca Rafael Puyol, presidente de la Universidad del Instituto Empresa y ex rector de la Universidad Complutense madrileña. Máxime cuando su población activa sigue envejeciendo y su alumnado universitario baja desde hace siete años (casi 200.000 menos), en una pérdida lenta pero sostenida (en el último año quedaron sin cubrir 38.801 de 250.769 plazas de primer curso, e incluso cayó la matriculación en doctorado) que «se intensificará para 2015».

La previsible llegada a la enseñanza superior de los hijos de inmigrantes no será suficiente para compensar esa disminución estudiantil, señala Puyol, quien insiste en que el desarrollo español sólo podrá consolidarse con más «mano de obra de alto nivel de cualificación». Y apunta tres posibles salidas, empezando por el mejor aprovechamiento de la población inmigrante más cualificada, pues el 20% de los inmigrante tiene título universitario y la mayoría está subempleado, cuando debería «pasar a otros sectores más acordes» con su formación.

Otra opción sería «traer estudiantes extranjeros a formarse, y retenerlos», alternativa que el ex rector considera viable materialmente en 70 centros «con recursos docentes y educativos suficientes», pero que exigiría un «cambio de mentalidad en la Universidad», que ha sido «muy poco internacional hasta ahora». Y la tercera, la «importación directa de talento».

Circulación de cerebros

Puyol, que analizó el problema durante un encuentro sobre «Inmigración, importadora de talentos» organizado por la Casa de América, cree que «la emigración cualificada es imparable» y que «lo mejor es intentar regularla».

Lo fundamental es «facilitar la vuelta» a quien se marcha creando las condiciones para que pueda tener un buen trabajo a su regreso. A su juicio, sería más apropiado hablar de «circulación de cerebros que de fuga», porque «ya no sucede que no vuelven» y porque su etapa extranjera puede aportar «ventajas que se pueden aprovechar», como las remesas o sus relaciones profesionales.

De hecho, hay países como India o China que han conseguido una «recuperación importante» de sus «cerebros» emigrados. Y, por otra parte, no todo el movimiento migratorio cabe en la idea de fuga de talentos.

Como recuerda Puyol, del personal de alta cualificación llegado a los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el 60% procede de países en desarrollo, pero un 40% proviene del mismo mundo desarrollado. En el caso de España, entre los orígenes de esa inmigración cualificada destacan el Reino Unido, Francia y los países nórdicos. colpisa

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